Muy lamentable las prácticas de acoso sexual en una institución educativa de tal tamaño como la UAS, pero más preocupante la actitud de las autoridades soberbias y que se piensan por encima de los derechos humanos de las personas. El Centinela
OBSERVATORIO La señal de paz llega en barco a MazatlánEl turismo naviero y la narrativa de guerra Alejandro Sicairos