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Iglesia

La paz no llega y urge más seguridad en el País: Obispo de Mazatlán

Mario Espinosa señala que lo sucedido en Ciudad Juárez fue una expresión de indolencia en contra del hombre y de la mujer y que se pudieron haber evitado muertes simplemente abriendo las puertas

Ante las condiciones que se viven en el País donde la paz no llega y urge más seguridad, la Conferencia del Episcopado Mexicano y la Compañía de Jesús organizarán un diálogo por la paz en Puebla con expertos nacionales y extranjeros y las propuestas que se plenteen las harán llegar al Gobierno, manifestó el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras.

Agregó que el mensaje que realizó la CEM del domingo pasado está invitando a que todos sigan teniendo una orientación hacia la paz y que en septiembre próximo se va a hacer un diálogo propiciado por la Iglesia nacional en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana de Puebla, donde se va invitar a especialistas y gente que tiene gran experiencia en procesos de paz para que hagan planteamientos, propuestas que se le van a entregar al Gobierno para que sea un auxilio de lo que se puede hacer en orden de la paz.

“Se puede hacer mucho, pero hay que buscar la reflexión y hay que buscar las experiencias; en el mundo hay gente que tiene gran experiencia de procesos de paz, entonces se va invitar a gentes de otras partes y también de México a hacer aportes de qué se puede hacer en las familias por la paz, en las escuelas por la paz, en las sociedades por la paz, qué podemos hacer los padres de familia, qué pueden hacer los sacerdotes, los maestros y sobre todo las autoridades”, subrayó Monseñor Espinosa Contreras.

“Porque pues vemos que la situación está difícil, que la paz no llega y más bien hay frecuentemente manifestaciones de que urge más seguridad, que urge más vivir los Derechos Humanos, más la paz y eso lo evidenció el caso tan lamentable de Ciudad Juárez, (Chihuahua), donde tenían cerradas las rejas, viendo que la gente se estaba quemando no abrían las rejas para que salieran, entonces fue algo gravísimo que está en todo el mundo ahorita muy presente porque fue una expresión de indolencia en contra del hombre y de la mujer y se pudieron haber evitado las muertes simplemente abriendo las puertas”, señaló.

Añadió que en esos hechos no hubo ninguna autoridad que ordenara que se abrieran las puertas o las mismas personas que estaban ahí no tuvieron sentido de lógica, sentido humano que viendo que se quemaban las personas no habrías las puertas.

Como se informó públicamente en su momento, el pasado lunes 27 de marzo en un incendio registrado en el centro de detención del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, Chihuahua, fallecieron 40 migrantes y 28 más resultaron heridos.

El Obispo de la Diócesis de Mazatlán, que comprende todo el sur de Sinaloa, también dijo que las condiciones en que viven los migrantes son muy lamentables, muy inhumanas y se ocupa también dar más de nosotros mismos.

Precisó que además de la CEM, los diálogos por la paz en Puebla los promueve la Compañía de Jesús, a la cual pertenecían los sacerdotes José Campos Morales y Joaquín César Mora, asesinados junto con un guía de turistas dentro de la iglesia de Cerocahui, en el municipio de Urique, en la Sierra Tarahumara, el pasado 20 de junio del 2022.

“La Compañía de Jesús fue muy afectada por la situación de la muerte de los sacerdotes en la Sierra Tarahumara y supuestamente se encontró muerto al principal responsable, pero no era lo ideal, sino lo ideal es que las autoridades competentes lo hubieran aprehendido y haber hecho un proceso según la ley”, continuó Monseñor Espinosa Contreras.

Fue el pasado 23 de marzo cuando en el municipio de Choix, al norte de Sinaloa, fue localizado el cuerpo de un hombre asesinado a balazos y días después las autoridades confirmaron que se trataba de José Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, señalado como uno de los principales responsables del asesinato de los dos sacerdotes jesuitas y el guía de turistas en la Sierra Taraumara en junio del 2022.