En misa de cuerpo presente, despiden familia y miles de fans a Vicente Fernández
Una emotiva ceremonia religiosa de cuerpo presente se despidió a Vicente Fernández, el más grande intérprete de la música vernácula por más de 50 años, después de más de 24 horas de velación dentro de la Arena VFG, ubicado a un lado del Rancho Los 3 Potrillos.
La misa contó con el oficio de dos sacerdotes y la presencia de miles fans que estuvieron acompañando a la familia Fernández Abarca, la cual decidió abrir el recinto familiar para rendir homenaje a los restos del ídolo de la canción ranchera que murió este domingo 12 de diciembre por la mañana.
El sacerdote oficiante dijo que el intérprete siempre supo administrar ese don “tan hermoso que Dios le dio”; agregó que daba alegría a todos a través de su canto.
”Lo más importante de la vida de Vicente no fue su canto, sino la hermosura de su vida, un hombre sencillo amable sonriente siempre, caritativo, sabía estar al mismo tiempo con las grandes esferas de una sociedad como con los más humildes siempre y por eso todo el pueblo, América, el pueblo hispano, lo queremos, no solo por su canto sino por la hermosura de su alma”, mencionó.
”El Sagrado Corazón dice: ‘vengan a mí los humildes de corazón’, y eso fue él, humilde de corazón; y cuando llegaba el 12 de diciembre levantaba a los charros de Huentitán para ir a cantarle las mañanitas a la Virgen de Guadalupe; ese amor a Dios a través de su madre María de Guadalupe, el regalo que Dios le dio es que el Día de la Santísima Virgen de Guadalupe, la misma madre lo llamó a cantarle al oído”.
El padre recordó también, que cuando Vicente le cantaba esa canción de los cristeros decía “Viva Cristo Rey”, lo decía con lágrimas en sus ojos, con grande fe porque era un hombre de fe.
”La primera pregunta que nos va a hacer el Señor en su reino es, ¿tú me reconoces, crees en mí? y la respuesta de Vicente fue esa: ‘Viva Cristo Rey, viva Santa María de Guadalupe’, él quiso ser quien daba la vida por el Señor. Él está en el cielo gozando del Señor Jesús y de la Santísima Madre de Guadalupe, él se fue con todos los sacramentos”.
Destacó su gran humildad, y el cariño que mostraba donde quiera que se presentaba siempre con la familia.
“Fue un gran esposo, padre, abuelo y bisabuelo, él ahora está en el cielo”.
La misa concluyó con una gran ovación de su público de pie, y con la notas de la emblemática melodía Guadalajara, y el grito de su mariachi Azteca: “¡Que viva don Vicente Fernández!”.
Al concluir la misa, el mariachi entonó las notas de ‘Amigo’, mientras el público salía del recinto para que, después, la familia Fernández Abarca realizara el sepelio de manera privada en un mausoleo construido dentro del Rancho Los 3 Potrillos.
Alejandro Fernández tomó el micrófono y dio las gracias a todas las personas que los acompañaron en ese momento.
”Quiero dar las gracias a quienes vinieron de cualquier parte de México, y a quienes estuvieron al pendiente de su salud, gracias a los medios, a amigos, familiares y a los doctores que dieron hasta el final, lo mejor para tratar de que mi padre siguiera aquí con nosotros”.
Después, los hijos y doña Cuquita rodearon el féretro y Alejandro entonó la canción himno de su papá:”Volver, volver”, la cual interpretó con su voz entrecortada y de fondo tuvo al coro monumental de los miles de fans que se unieron a su interpretación.
Al concluir la melodía, doña Cuquita, con quien don Vicente estuvo casado por casi 58 años, hizo uso del micrófono y dijo que le mandaba la bendición y daba las gracias a todas las personas que mandaron decir misas, rezaron y que estuvieron hasta el último momento con su familia.
