La barbarie

20/10/2023 04:01
    En Sinaloa se padece el fenómeno de una educación deficiente, con familias que son incapaces de encauzar a sus miembros hacia una sana convivencia y respeto hacia los demás. El abuso en el consumo de drogas y alcohol también es muy arraigado en varios sectores poblacionales. Una combinación de alto riesgo para quienes rodean a una persona afectada en sus capacidades de raciocinio.

    El abuso de poder es una de las más deleznables formas de sometimiento que padece un amplio segmento de la población, éste se da en los diversos ámbitos en que se desenvuelve la sociedad, sin embargo, es en el hogar donde la alevosía es patente en contra de los más indefensos.

    Este sometimiento llega en muchos casos a la peor de las barbaries, el assinato de la persona dominada, tal es el caso de la agresión de un supuesto padre a sus dos menores hijas de 3 y 5 años de edad, quien en un altercado familiar tomó un martillo y golpeó a las pequeñas hasta la muerte y atacó también a dos adultos mayores, al parecer los abuelos de las menores, falleciendo la abuela en el hospital donde era atendida.

    La semana pasada se registró el hallazgo del cuerpo de una mujer asesinada y con signos de tortura en el borde del canal San Lorenzo, cerca del dique de La Primavera, en Culiacán.

    Las condiciones en que se encontró el cadáver son sintomáticas de una intención deliberada y alevosa de hacer el mayor daño posible a la mujer y posiblemente a víctimas colaterales.

    La noche del lunes, en Mazatlán, una mujer fue encontrada asesinada con arma blanca en el dormitorio de su propia vivienda, en el fraccionamiento Pradera Dorada 6.

    Versiones en el lugar indican que el esposo de la mujer regresó a su hogar después de su jornada laboral y encontró a su esposa tirada e inerte al interior de su recámara, por lo que decidió dar aviso a las autoridades.

    Una violencia inaudita en contra de personas indefensas recorre el ámbito nacional y Sinaloa, con estos atroces crímenes se suma a la barbarie que no distingue edades en contra del segmento más desprotegido de la sociedad, las mujeres.

    En Sinaloa se padece el fenómeno de una educación deficiente, con familias que son incapaces de encauzar a sus miembros hacia una sana convivencia y respeto hacia los demás.

    El abuso en el consumo de drogas y alcohol también es muy arraigado en varios sectores poblacionales.

    Una combinación de alto riesgo para quienes rodean a una persona afectada en sus capacidades de raciocinio.

    Es urgente una política de estado que contrarreste el predominio de una sociedad mal encauzada y carente de respeto incluso hacia sus más cercanos.