El conflicto sube de tono

04/07/2023 04:00
    Los universitarios deben permanecer en las aulas y en la institución participando en el desarrollo de ésta. No es con acusaciones mutuas que se resuelven los conflictos. Las denuncias deben seguir su curso dentro de la ley, que se deslinden responsabilidades y se castigue si es que hay delitos. La impunidad en casos de corrupción ha hecho mucho daño a las instituciones.

    Los señalamientos por presuntos actos corrupción en la UAS ha generado un conflicto que ha subido de tono de manera alarmante.

    Ayer, la Fiscalía General del Estado pidió al Poder Judicial citar al Rector de la UAS, Jesús Madueña Molina, al ex Rector Juan Eulogio Guerra Liera, y a funcionarios de la UAS, entre ellos al hijo de Héctor Melesio Cuén Ojeda, Héctor Melesio Cuén Díaz, por desempeño irregular de la función pública.

    Con esto, una evolución lógica en un marco de ley, las denuncias que se han interpuesto en contra de funcionarios de la Casa Rosalina entran a un proceso de judicialización.

    Ante esto, el Gobernador Rubén Rocha Moya urgió a que las personas involucradas en el caso de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en donde el Comité de Adquisiciones se encuentra señalado de ilícitos, sean llevadas ante la Ley.

    Aunque la urgencia del Gobernador podríamos considerarla normal, el asunto son los señalamientos que realiza el Ejecutivo federal que atizan un fuego que debería mantenerse contenido.

    La ley tiene sus tiempos, nos guste o no, pero está avanzando en el caso.

    La respuesta de la Universidad Autónoma de Sinaloa no se hizo esperar al acusar de nuevo al Gobernador del Estado de una persecución política, pero esta vez el Rector Jesús Madueña Molina anunció que la UAS realizará una estrategia más agresiva en la defensa de la institución y sus funcionarios, y lo que preocupa es el llamado que hace a toda la comunidad rosalina, a estudiantes, maestros, trabajadores, padres de familia, empresarios y organismos de la sociedad civil a participar en esta defensa.

    Los universitarios deben permanecer en las aulas y en la institución participando en el desarrollo de ésta.

    No es con acusaciones mutuas que se resuelven los conflictos.

    Las denuncias deben seguir su curso dentro de la ley, que se deslinden responsabilidades y se castigue si es que hay delitos.

    La impunidad en casos de corrupción ha hecho mucho daño a las instituciones.