Omisiones en citas son descuidos, no plagio: abogado de Ministra
Alejandro Romano Rascón, abogado de Yasmín Esquivel Mossa, actual Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), afirmó al diario español El País, que la posible existencia de omisiones en las citas de autores son descuidos, pero no un plagio.
El rotativo español publicó, este viernes, un reportaje firmado por los periodistas Zedryk Raziel y Beatriz Guillén, en el cual se reveló que Esquivel Mossa también plagió también su tesis -titulada ‘Los derechos fundamentales en el sistema jurídico mexicano y su defensa-, con la que obtuvo en 2009 el grado de Doctora en Derecho por la Universidad Anáhuac.
“La posible existencia de omisiones en las citas de autores, o de errores en su redacción, solo tienen ese significado, el de deficiencias o descuidos, pero jamás una forma de plagio, porque técnicamente esta figura jurídica implica la publicación de una obra completa a nombre de otro”, dijo el abogado, quien insistió en que era “totalmente inexacto que, al omitir citar un autor en una tesis profesional, ello implique automáticamente el plagio de su obra completa”.
Según el periódico español, en su réplica, el representante legal de la ministra de la SCJN no hizo referencia a las declaraciones de José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura y Deporte del Gobierno de España entre 2020 y 2021, así como actual embajador de dicho país ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), quien confirmó el plagio al medio español.
En cambio, Romano Rascón sí mencionó en su réplica el caso de dos autores italianos, Luigi Ferrajoli y Mauricio Fiovaranti, cuyos textos también están identificados como copiados en la tesis de Doctorado de Esquivel Mossa.
“Son renombrados juristas italianos reconocidos a nivel mundial que son citados comúnmente por cualquier estudiante y profesor en Derecho, y por ello, sería absurdo afirmar que les fue plagiada su obra cuando se invocan sus puntos de vista, como ustedes lo sostienen, seguramente por una falta de asesoría legal adecuada, y no por mala fe”, agregó el abogado.
“La elaboración de la tesis para obtener un grado académico, no es un fin en sí mismo, ni tiene propósitos comerciales, sino que sólo constituye un mecanismo para que un grupo de especialistas en la materia, constaten que una persona tiene la cualidades profesionales para desempeñarse en una ciencia o arte, o simplemente para escalar un grado más del que ya ostente”, abundó el litigante.
Además, Romano Rascón defendió que “la honorabilidad, competencia y probidad de una persona, son valores que se refrendan día con día no solamente cuando se elabora un trabajo académico”.