El mundo no se va a cambiar si no se toman riesgos: Chef José Andrés
En la vida no va a ser posible provocar un cambio en el mundo si no se asumen riesgos, manifestó el Chef José Andrés durante su participación en el encuentro de becarios de la Fundación Telmex Telcel, México Siglo XXI.
El activista español, quien impulsa la organización World Central Kitchen, expuso cómo se han abocado en situaciones de crisis a apoyar a quienes más lo necesitan, como ha ocurrido en las guerras de Ucrania y Gaza o en emergencias como la de Acapulco.
“En la vida no vamos a cambiar el mundo si no tomamos el riesgo, en esas situaciones como Ucrania y Gaza hay riesgos, pero se trata de tomar grandes decisiones, entras y ayudas o te quedas fuera”, mencionó.
Ante situaciones de emergencia, añadió, la mejor manera de ayudar es adaptarte.
José Andrés explicó el tema de la adaptación porque generalmente se busca dar solución a muchos problemas a través de un plan, pero no siempre se cuenta con uno para atender un problema y en lugar de hallar una solución, se paralizan.
Cada situación es una oportunidad para aprender a crecer, señaló, y uno de los pasos es aprender a adaptarte.
“El plan te paraliza, la adaptación te reactiva, el plan te deja de manos atadas, la adaptación te enseña que sí se puede”, asentó.
Expuso el caso de Gaza, donde han entregado 60 millones de comidas para las víctimas de la guerra, a pesar de que se les prohibió llevar cocinas de gas y buscaron una alternativa.
El Chef José Andrés ha destacado también por su intervención ante los daños que dejó en Acapulco el huracán Otis el año pasado.
“En Acapulco nos adaptamos, siempre se puede hacer mejor en cada emergencia. Hay mucha gente que se pondrá a criticar, pero en momentos como esos lo más importante es hacer la crítica a un lado y conseguir la misión. En Acapulco había gente con hambre y sed y lo importante era atenderlos”, manifestó.
En la vida tienes que ir y entender que cada país, pueblo o ciudad, señaló, tiene su estilo y hay que adaptarse a ello para llegar a la población.
Consideró que en la mayoría de las organizaciones altruistas, llegan a las comunidades creyendo qué es lo que necesitan, sin nunca preguntarle, como cuando hacen cumbres contra la hambruna y nunca invitan a una de las personas que lo padecen.
Lo que se vio en Acapulco, añadió, fue que hay gente como el empresario Carlos Slim y sus fundaciones, que quieren que Acapulco y México cada día vaya mejor, salgan adelante y no hay huracán que los vaya a acabar.
Confió en que los jóvenes becarios, dentro de 30 años, estarán haciendo algo que en este momento no se imaginan pero que podrán hacer cambios en el mundo.