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Aniversario

Obispo de Mazatlán da gracias por sus 50 años de ordenación sacerdotal

Monseñor Mario Espinosa Conteras también festeja sus 27 años de consagración episcopal con misa concelebrada con el Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes

Con una misa concelebrada con el Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes, el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Conteras, agradeció este jueves los 50 años de su ordenación sacerdotal y 27 años de su consagración episcopal.

“Hace 50 años en el día festivo de mi cantamisa el ilustre Padre Jesuita formador en Montezuma, don Francisco Javier Garibay, concluía su homilía con esta frase: se te abre querido hermano sacerdote el horizonte de la vida, vas a correr tu carrera, a luchar el combate por el Reino de Dios, Dios sabe los caminos que van a seguir, las penas que vas a encontrar, pero también los gozos de tu fidelidad, los frutos de tu labor y tu recompensa y la nuestra en la eternidad”, expresó Monseñor Espinosa Contreras en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción.

“Eso que profería el Padre Garibay, el horizonte se ha hecho vivencia y realidad, los caminos se definieron, se definieron en la Diócesis de Tepic, en la Residencia Sacerdotal, en la Universidad Pontificia de México, en Tehuacán, luego en Mazatlán, el sur de Sinaloa”.

Espinosa Contreras agregó que al dirigir su mirada a la contemplación del camino recorrido percibe con gratitud que todo ha sido gracia de Dios, pues como dice San Pablo en Corintios 3:3 que cada persona es una carta de Cristo redactada por el ministerio evangelizador.

“En mi caso la redactaron mis padres, formadores de Tepic, del Montezuma (Seminario en Estados Unidos), del Pío Latinoamericano y también de nuestros obispos Manuel, Anastasio, Adolfo y Humberto, y por tantos sacerdotes, amigos, religiosas, feligreses y también por el testimonio y escrito de los papas, gracias por su colaboración, sea la gloria eterna a los que han muerto y las bendiciones vividas a los que aún peregrinan en esta tierra, somos una carta escrita no con tinta, sino con el espíritu de Dios vivo y que ha escrito no en papel, no en piedra, sino en nuestro corazón, mi alabanza a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo por tanto amor y donación”, reiteró el Obispo de la Diócesis de Mazatlán.

“Alabo al pastor de los pastores resucitado que quiso llamarme y concederme ofrecer con sencillez mi colaboración a tantos hermanos y hermanas, cartas vivas de Cristo para ofrecer una luz en su sendero siendo el Dios vivo el que da la fecundidad y el que incide en el corazón de todos, Dios bendiga a todos los participantes en esta acción de gracias, a los hermanos obispos, sacerdotes, religiosos, familiares, amigos y laicos, renuevo volviendo mis ojos a Nuestra Señora de Guadalupe mi voluntad de confiar en su corazón mi vida y ministerio sacerdotal, ruego y suplico a Dios nuestro Dios que un servidor y todos ustedes estemos siempre en sus manos providentes siendo conscientes que si vivimos somos del Señor y que si morimos también somos del Señor, que él sea nuestro tesoro y nuestra alegría, que así sea”.

A la celebración realizada a las 12:00 horas en la Catedral de este puerto también asistieron Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, Arzobispo de Durango; Monseñor Juan María Huerta Muro, Obispo de El Salto, Durango; Monseñor Luis Artemio Flores Calzada, Obispo de Tepic; Monseñor Jorge Estrada Solórzano, Obispo de Gómez Palacio, Durango y Monseñor Juan Manuel Mancillas Sánchez, Obispo de Texcoco, así como el presbítero Leobardo Arroyo Romero, Vicario General de la Diócesis de Tehuacán, Puebla, entre otros.

En la celebración también se leyó un mensaje que el Papa Francisco envió a Monseñor Espinosa Contreras por la celebración de sus 50 años de ordenación sacerdotal y 27 años de ordenación como Obispo.

“Venerable hermano Mario Espinosa Contreras, Obispo de Mazatlán, feliz de celebrar el aniversario de ordenación sacerdotal de oro damos gracias ante este acontecimiento y recordamos la actividad pastoral asiduamente cumplida en las comunidades de Tepic, Tehuacán y Mazatlán, así como el diligente anuncio del Evangelio, mientras por intercesión de la Inmaculada Virgen María y San José, custodio del Redentor, te deseamos por Jesucristo del Buen Pastor el consuelo de su hijo y abundantes gracias, extendemos la bendición amorosa para usted, para los participantes y para todos los que se le han encomendado a su cuidado”, añadió el Papa.

“Pidiendo fervorosas oraciones para nosotros, dado en Roma el día 9 de mayo del año 2023”.

Por su parte el Arzobispo Primado de México expresó que el que quiera representar a Jesús y ejercer el ministerio sacerdotal en favor del resto de sus discípulos tiene que haber conocido a Jesús y a sus enseñanzas, haberlas aceptado y puesto en práctica en su propia vida, este es el camino a recorrer por todo aquel que reciba el orden del ministerio sacerdotal.

“Hoy este 11 de mayo, hace 27 años no solamente había recibido el ministerio sacerdotal Monseñor Mario, sino el grado de Obispo, el servicio episcopal y 23 años antes, en 1973 el sagrado orden del presbiterado”, añadió el Cardenal Aguiar Retes en su homilía.

“Monseñor Mario y un servidor recibimos con alegría, libertad y plena conciencia de manos de don Adolfo Suárez Rivera, entonces Obispo de Tepic, el ministerio sacerdotal, aquí hay otros dos que ese mismo año, el padre Miguel Iglesias, el padre Vicente Saúl, han recibido en este mismo 1973 este orden del ministerio sacerdotal, fuimos ordenados después de 12 años de vida seminarística aprendiendo a conocer más a Jesucristo a través de su vida y de las variadas maneras que a lo largo de 20 siglos la Iglesia ha ido desarrollando desde distintos campos de estudio y de reflexión sobre la aplicación en la vida cotidiana y en la conducción pastoral de los fieles para el aprendizaje y la vivencia de las enseñanzas de Jesucristo”.

Fue el 14 de julio de 1973 cuando Monseñor Mario Espinoza Contreras fue ordenado como sacerdote en la Diócesis de Tepic, pero decidió celebrar los 50 años de dicha ordenación este 11 de mayo cuando también cumple 27 años de su ordenación como Obispo.

Además de las misma concelebrada, se realizó una comida y por la tarde noche se realizó el concierto “Te Deum Laudamus” en el Teatro Ángela Peralta.