Gasolinera de Nafta sí era viable ‘técnicamente’, asegura Carlos Venegas, quien firmó el permiso
Desde el “punto de vista técnico”, la gasolinera que se le aprobó a la empresa Nafta Lubricantes en 2012, que más tarde fue suspendida y que ocasionó la pérdida de una demanda de 141.8 millones de pesos al Gobierno de Mazatlán, sí era viable, expresó Carlos Venegas Arreola.
El ex director de la Planeación y Desarrollo Urbano de Mazatlán en la administración de Alejandro Higuera Osuna (2011-2013), justificó ante Periódico Noroeste haber firmado el documento de aprobación que permitía que Nafta Lubricantes S.C de R.L construyera su gasolinera a unos metros del malecón y de viviendas en el fraccionamiento Palos Prietos.
“Desde el punto de vista técnico que se analizó, era viable, tenemos gasolineras en las marinas, gasolineras para los yates y no hay ningún problema, técnicamente fue respaldado, el hecho fue de que se dio el permiso, las circunstancias fueron otras, las circunstancias tanto de la suspensión, del juicio, fueron diferentes a lo que era técnicamente el reglamento”, declaró el ex funcionario municipal.
“Ahorita hay gasolineras una frente a otra atendiendo flujos vehiculares, tenemos casos como en la (colonia) Allende que colinda con viviendas, en la Juárez, en la Insurgentes, creo que ya la reglamentación de Protección Civil, la reglamentación de seguridad de las mismas les permite ser así. Fue por cuestiones jurídicas, más que nada”.
Este lunes Periódico Noroeste publicó un compendio del llamado “Caso Nafta”, una irregularidad que empezó en 2012 con la administración del Alcalde Alejandro Higuera Osuna y terminó con la actual administración del Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres.
En el génesis del caso, se aprobó una gasolinera que contravino el Artículo 6 del Reglamento de Gasolineras del Gobierno de Mazatlán, que prohíbe la instalación de gasolineras en el paseo costero, desde el Escudo de Sinaloa hasta la glorieta de la Avenida Rafael Buelna, y a una distancia de por lo menos 100 metros del malecón.
La aprobación tampoco contaba con el consentimiento por escrito de los vecinos en un radio de 100 metros y no había área de amortiguamiento de hasta 30 metros de las viviendas, como obliga el Artículo 5 del Reglamento de Gasolineras.
“Se autorizó el uso del suelo, que es el principal tema, donde se desprende el permiso de construcción, el uso de suelo salió favorable por la parte de la subdirección, la dictaminadora, y se precedió al permiso, fue una cuestión interpretativa de lo que marca el reglamento en cuanto a la zona costera”, expuso Venegas Arreola.
“La definición de la zona costera tiene varias apreciaciones, muchos la interpretan como el malecón, otra como la línea hasta donde llega el agua”.