Inhabilitan por 8 años a Bolsonaro para cualquier cargo
Jair Bolsonaro, ex presidente de la República Federativa del Brasil, fue inhabilitado por cuatro de los siete magistrados del Tribunal Superior Electoral (TSE) brasileño, para disputar elecciones hasta 2030, por abuso de poder.
Tras ser hallado culpable y de no impugnar, Bolsonaro podría perder sus derechos políticos durante los próximos ocho años, con lo que no podría presentarse a las próximas elecciones presidenciales brasileñas, en 2026.
La mayoría de los magistrados del TSE también señalaron que estaba comprobado que Bolsonaro usó su entonces posición de jefe de Estado, “para degradar el ambiente electoral”. Asimismo se le halló culpable de incitar un estado de paranoia colectiva y fabricar teorías de la conspiración con “informaciones falsas” y “mentiras atroces”.
El juicio comenzó el 22 de junio de 2023, con la lectura del informe del caso y las exposiciones orales de la acusación, la defensa de Bolsonaro y el Ministerio Público, que igualmente pidió condenar al ex jefe de Estado y despojarle de sus derechos políticos.
El caso responde a la denuncia del Partido Democrático Laborista, por cuestionamientos infundados que el entonces presidente realizó respecto a la seguridad del sistema electoral brasileño y de la imparcialidad del Poder Judicial, en momentos en que aspiraba a la reelección.
Ello durante una reunión con embajadores extranjeros, el 18 de julio de 2022, tres meses antes de los comicios del año pasado, en los que fue derrotado por el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva. La demanda también era contra Walter Braga Netto, compañero de fórmula de Bolsonaro, a quien, sin embargo, la mayoría de los jueces votaron a favor de declararlo inocente, al “no haber sido demostrada su responsabilidad” en el caso.
El juez instructor del caso, Benedito Gonçalves, sostuvo que dicho encuentro de Bolsonaro con diplomáticos, transmitido por la televisión y cuentas de redes sociales oficiales, sirvió para “incitar un estado de paranoia colectiva ante el cúmulo de informaciones falsas o distorsionadas” sobre el sistema electoral.
Según el informe del juez Gonçalves, el entonces presidente dijo en la reunión con los embajadores que los resultados de las elecciones de 2022 podrían estar comprometidos debido al fraude y que las máquinas de votación cambiaron las opciones de los votantes para beneficiar a su oponente en 2018.
Además, Bolsonaro habría dicho a los diplomáticos, que las máquinas de votación brasileñas no eran auditables.
También insinuó que las autoridades electorales y judiciales estaban protegiendo a “terroristas”, todas las afirmaciones negadas por las autoridades electorales de Brasil. La plataforma de videos YouTube retiró la retransmisión en directo del acto, por incumplir su política de noticias falsas.
“No es posible cerrar los ojos ante los efectos antidemocráticos de los discursos violentos y las mentiras que ponen en jaque la credibilidad de la Justicia electoral”, afirmó el juez instructor, en la lectura resumida de su voto, de 382 páginas en total.
No obstante, la defensa del ex presidente rechazó las acusaciones y sostuvo que aquella reunión fue un acto natural de Gobierno, sin fines electorales, y anticipó que recurrirá la condena ante el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte del país sudamericano.
“Es una injusticia conmigo. No cometí ningún delito al reunirme con embajadores. Querer quitarme los derechos políticos por abuso de poder político es inexplicable”, dijo el ex mandatario brasileño, el 29 de junio de 2023, en declaraciones a la prensa, respecto al juicio en su contra.
Con el 98.4 por ciento de los sufragios escrutados, Luiz Inácio Lula da Silva ganó, el 30 de octubre de 2021, por tercera ocasión, la Presidencia en Brasil, al obtener el 50.7 por ciento de los votos, mientras que su contrincante, Jair Bolsonaro, tuvo el 49.2 por ciento en la segunda vuelta de las elecciones.
En esta segunda vuelta, los votantes además estaban convocados para elegir a 12 de los 27 gobernadores del país.
Lula da Silva, candidato de un amplio frente progresista, ganó la primera vuelta electoral, el pasado 2 de octubre de 2022, con el 48.4 por ciento de los votos, mientras que Bolsonaro, líder de la extrema derecha brasileña, consiguió un 43.2 por ciento de los sufragios.