Crecen los disturbios en Francia; movilizan 45 mil policías
Luego de que un policía mató a un joven de 17 años, el pasado martes 27 de junio, en Nanterre, a las afueras de París, el Ministro de Interior, Gérarld Darmanin, informó que el Gobierno de Francia movilizó a 45 mil policías y gendarmes en la noche del jueves y detalló que entre ellos, 5 mil fueron desplegados en la región de París.
La situación revive la memoria de los disturbios suburbanos que sacudieron a Francia en 2005, cuando las muertes de Bouna Traoré, de 15 años, y Zyed Benna, de 17, desencadenaron tres semanas de disturbios en toda la nación. Hasta este viernes, es la cuarta noche.
Las autoridades de seguridad de Francia dieron a conocer que hasta el momento han detenido a 875 personas.
El Ministerio de Interior informó por medio de Twitter que 249 policías y gendarmes resultaron heridos, hubo 79 las comisarías atacadas, 119 edificios públicos dañados, entre ellos, 34 ayuntamientos y 28 colegios.
El diario Le Monde señaló que “agitadores” llegaron por primera vez al centro de París, donde saquearon un comercio de Nike y otro de Zara.
El noticiero France 24 informó que el Presidente Emmanuel Macron abandonó este viernes 30 de junio la cumbre de la Unión Europea en Bruselas para encabezar una nueva reunión de crisis en París.
Macron ha denunciado la “instrumentalización inaceptable de la muerte de un joven” y ha pedido firmeza para los “que usan esta situación para crear desorden”, atacar edificios y saquear comercios. Ha apelado a “la responsabilidad de los padres”, pues ha explicado que la situación actual es el resultado de los actos “de grupos organizados y equipados”, pero “también muchos jóvenes”.
“Apelo al sentido de responsabilidad de las madres y los padres. La República no tiene vocación de sustituirlos (...) Es su responsabilidad mantenerlos en casa”, dijo.
Llaman Mbappé y el Blues a la calma
En un largo mensaje difundido en Twitter por el capitán de los Blues, Kylian Mbappé, los jugadores de la selección francesa de futbol llaman a la calma ante lo que denominan “un verdadero proceso de autodestrucción” .
“Desde este trágico evento [la muerte de Nahel M.] , hemos sido testigos de la expresión de una ira popular cuya sustancia entendemos, pero cuya forma no podemos respaldar ”, escriben.
“La violencia no resuelve nada, menos cuando inevitable e incansablemente se vuelve contra quienes la expresan, sus familias, seres queridos y vecinos ”, agregan.
“Es su propiedad la que están destruyendo, sus barrios, sus ciudades, sus lugares de plenitud y de proximidad” , lamentan.
“No podemos quedarnos callados y nuestra conciencia cívica nos anima a hacer un llamamiento al apaciguamiento, la conciencia y la responsabilidad”.
“Hay otras formas pacíficas y constructivas de expresarse”, instan, y agregan: “el tiempo de la violencia debe terminar para dar paso al duelo, el diálogo y la reconstrucción”.
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