Disfrutan charla literaria con David Toscana
Un recorrido por la literatura rusa donde celebra a los valientes escritores que fueron libres en un mundo que no lo era, es parte de lo que el lector podrá descubrir en la obra literaria El peso de vivir en la tierra, del autor David Toscana, teniendo como sede la Facultad de Filosofía y Letras en Culiacán en conjunto con el Colegio de Sinaloa.
En este libro, Toscana propone que, ha falta de libreto, la vida se deje poseer por el espíritu del arte, por lo que el lector estará frente a una narrativa de lo más cautivante, divertida, e imaginativa de la historia reciente.
“Esta novela parte de la misma idea del Quijote, una novela de caballería, donde hay un héroe, y mi personaje en esta novela rusa quiere emular a estos, no es lo mismo salir como caballero andante que tratar de imitar a este ejército de gente que aparece en las novelas de este tipo, donde hay borrachos, tuberculosos, asesinos, entre otros” detalló Toscana
El peso de vivir en la tierra, dijo, surgió hace cinco años, de los cuales tardé cuatro en escribirlo, por lo que no es una obra que nació de la espontaneidad, ya que el autor lleva leyendo este tipo de literatura rusa desde hace más de 40 años.
Durante su charla con estudiantes, el escritor resaltó que la literatura no es para evadir la realidad, sino para sumergirse muy profundo en ella, y que en vez de leer como si las cosas sirvieron a otro, tomarla pensando que beneficiará a uno mismo.
La novela es un homenaje a esos escritores rusos que fueron asesinados, presos, a los que enviaron a los campos de trabajo forzados, desterrados, para todos ellos es esta obra.
La novela refiere que la vida es lo único infinito que se tiene al final. En esta obra, Nicolás tiene el alma grande, por ello decide cambiar su nombre a Nikolái Nikoléievich Pseldónimovy comenzar a vivir con todo el fervor de un personaje de Gogol.
David Toscana
Ha publicado Estación Tula, Lontananza, Duelo por Miguel Pruneda, Los puentes de Königsberg, El último lector, La ciudad que el diablo se llevó, entre otros.
En 2018 recibió el Premio Xavier Villaurrutia, y el XI Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska por su novela Oleogaroy. Ha recibido también los premios José María Arguedas, Antonin Artaud, Colima y José Fuentes Mares. Formó parte de del International Writers Program de la Universidad de Iowa y del Berlinder Künstleprogram. Su obra se ha publicado en 15 idiomas.
