‘Un cuento con personajes perfilados es memorable’
Eduardo Antonio Parra nunca vio en el cuento el camino para llegar a la novela, solamente escribió y como empezó ganar premios, se dio cuenta de que algo estaba haciendo bien y buscó hacerlo cada vez mejor.
Al presentar su libro Cuentos reunidos, en la Feria Internacional del Libro Culiacán 2023, el escritor originario de León, reconoció que después de su primer premio, le llegó la “ambición” de escribir una novela, pero resultó fallida.
“Luego empecé a ver técnicas, procedimientos de otros cuentistas y empecé a escribir, hacía los cuentos que se me ocurrían, que iban saliendo, los enviaba a concursos y empezaban a ganar, dije ‘algo debo estar haciendo bien, luego reuní 14 para hacer un libro, eliminé 5 y quedaron 9 y me fui a buscar editor, afortunadamente lo encontré. A Ediciones Era le gustó y se aventuró a publicarlo”, compartió ante los lectores.
“Dije, quiero tratar de acercarme a la perfección, ya sé que nunca se logra, pero ese era el punto, hacer los cuentos lo mejor que se pudiera hacer. Llegó un momento en que pensé que solo iba a ser cuentista, pero sí llegó un tema que me dijo ‘no te sirvo para cuento, tienes que hacer una novela’ y la hice”.
Parra señaló que siempre estuvo en contra de eso que se dice que el cuento se centra en la anécdota y la novela en los personajes.
“La experiencia me dice que si en el cuento el personaje está perfilado, es más profundo de lo que se espera y será más memorable. Hay que hacer lo mejor posible trazarlo lo mejor posible con trazos ligeros, cultivar al personaje”.
Es preciso trabajar los personajes como si fueran novela, agregó, pero con trazos breves, para llegar a honduras emotivas, apuntar a la emotividad del lector.
Comentó que sus maestros en sus inicios fueron principalmente Juan Rulfo, obviamente con el Llano en llamas, luego José Revueltas y Juan García Ponce, que tenía otro tipo de cuentos, con un ritmo mucho más lento, erótico, reflexivo; Juan José Arreola, quien lo influyó sobre todo en las técnicas.
Leyó a Borges, de quien le fascinaba su técnica,” me encantaba cómo acomodaba las cosas, cómo iba haciendo el relato.
“Me gusta más leer que escribir, sigo leyendo mucho más que lo que escribo, si no escribo en una semana, seis meses, no pasa nada, pero si no leo un día, ando de muy mal humor”, aseguró.
“Antes de escribir mi jornada, de un día, tengo que leer una o dos horas, trasladarme a un estado de hipnotismo y al escribir siento que sigo en ese estado”.
Autor de cuentos realistas, señaló que así salieron sus primeros cuentos y así siguió, aunque tiene unos cuentos fantásticos pero que parten de la realidad.
Sobre la Literatura del Norte, movimiento del que ha formado parte desde sus inicios, inició con la idea de contar la ciudad en sus obras.
“Teníamos un objetivo, si le hablas a los lectores de sus propios problemas, en su ciudad, sus calles, lo van a sentir cercano... pero decíamos no tenemos lectores, los que hay leen a Carlos Fuentes, autores europeos, queremos crear lectores, si les hablamos en su propio lenguaje, nos propusimos”.
La ex académica Elizabeth Moreno, quien lo acompañó como comentarista y destacó que Parra es un autor muy querido en Sinaloa, ha venido muchas veces y es un gusto celebrar con él la reedición de su libro Cuentos reunidos, que incluye un cuento nuevo llamado Desterrados.
“Es una joya de libros en un libro... Una de las características que definen la obra cuentística de Parra es la capacidad que tiene de conectar con nuestras emociones al mostrar realidades que se encuentran más allá de nuestra propia experiencia, vida de trasvestis, marginados, migrantes, policías, solitarios o seres humanos comunes en contextos de desolación o miseria”.
Su escritura, aseguró, se abisma en las pulsaciones más íntimas de la cognición humana con un estilo y voz narrativa distintiva e otras voces de la literatura mexicana actual
Por eso sus cuentos se han convertido en un pilar fundamental, no solo para lectores sino escritores que buscan aprender su técnica y estilo.