Trata Luisa Valenzuela sobre el virus y los encierros en su libro ‘Los tiempos detenidos’
Al referirse a su nueva novela Los tiempos detenidos: Encierros y escritura (Marea Editorial), Luisa Valenzuela comentó que “es muy difícil de catalogar este libro, la verdad sea dicha; lo único que no es son artículos periodísticos; del resto todo puede estar en tu vida y hasta en los pequeños cuentos de la resiliencia, con los que me divertí mucho”.
Durante el Encuentro Literario Inés Arredondo, que se lleva a cabo dentro del Festival Cultural Sinaloa 2022 “Lo Nuestro”, organizado por el Gobierno del Estado y que concluye el próximo domingo 30, la escritora argentina habló de su más reciente novela.
Luisa Valenzuela (Argentina, 1938), quien estuvo acompañada por Ernestina Yépiz, directora de Literatura del Instituto Sinaloense de Cultura, y por la escritora Dina Grijalva, comentó que “es un libro dividido en dos tiempos, el primero sobre ese virus que me atacó personalmente, el 20-10, y el otro totalmente distinto que mutó en un día de gripe y me dio hasta meningitis”.
“Me costó mucho tiempo salir de ese encierro, del encierro no tanto de la mente, y cuando fui saliendo todo estaba en su lugar, salvo la creación, la imaginación, lo que te hace pensar y inventar cuentos, y eso me tenía desesperada porque yo había perdido el entusiasmo, y conforme fui retomando la escritura y ver que pertenezco a ese mundo de la literatura, pude lanzarme a escribir.
“Luego, este libro quedó trunco, y cuando vino la pandemia fue como un espejo: el virus personal y el virus compartido, y lo curioso es que me dio como dos instancias muy distintas: en el virus personal me despertó la rara veta poética que nunca tuve, y en el virus pandémico, dentro de todo ese horror y los cómputos de muertos y de amigos que desaparecían y cosas atroces, a mí me agarró una veta humorística, yo creo que como contrapartida, como curación de algo que era inevitable”.
Ernestina Yépiz destacó en la obra de Luisa la relación tan auténtica y verdadera que establece con la escritura y ese sentido del humor que tiene.
“Este manejo de la ironía, una lluvia que nos salva de los soledades, de la rutina, la ironía como un ejercicio de inteligencia, como una forma de pensar el mundo y me parece que la ironía es algo inherente a la literatura de Luisa”.
Dina Grijalva lo consideró un magnífico libro, con una escritura en la que destacan su sinceridad, su búsqueda que va más allá de la simple anécdota, del hecho anecdótico, que te permite vislumbrar lo inefable, lo que está más allá de la realidad de la palabra misma.