Subastan ‘Niño azul’, de Rafael Coronel, en La Casa del Maquío
Niño azul, un serigrafía de Rafael Coronel, la última que hizo en vida, en la que plasmó a su hijo, a su vez nieto de Diego Rivera, fue la obra que superó en mayor número de veces el precio de salida en la primer Subasta de Arte Contemporáneo llevada a cabo en La Casa del Maquío.
En el patio de La Casa del Maquío, los coleccionistas pujaron por obras de Arnaldo Coen, Betsabeé Romero, Demián Flores, Fernanda Caballero, Francisco Toledo, Fritzia Irízar, Gabriel Orozco, Irene Clouthier, Ling Sepúlveda, Pedro Coronel, Teresa Margolles, Watcha Vato, Miriam Molina y Yolanda López Pulido, entre otros. En total participaron 38 artistas con 40 obras. La obra de Rafael Coronel fue el lote sorpresa de la noche.
En la inauguración, Leticia Clouthier dijo estar muy emocionada de estar en la casa y recordar a sus padres, Leticia Carrillo y Manuel ‘Maquío’ Clouthier.
“Agradezco a Irene (Clouthier) por su iniciativa, a Memo (Martínez) por sumarse, a los artistas, patrocinadores, donantes y a quienes han creído en el proyecto de La casa del Maquío”, señaló.
“En honor a mi papá y a mi mamá, que empiece la subasta”.
Y luego de algunos temas a cargo del tenor navolatense José Manuel Chú comenzó la ‘pelea’ por llevarse unas de las obras a casa.
En esta subasta logró recaudar alrededor de 2 millones de pesos, monto del cual se harán los pagos correspondientes a los artistas.
“Fue un éxito total y rotundo, eran originalmente 44 lotes, al final sumamos tres lotes más, una pieza, lote sorpresa de Rafael Coronel y dos experiencias más que nos ofreció por whatsapp y se vendió prácticamente todo”.
El precio de salida de Niño azul, de Coronel, fue de 17 mil pesos y finalmente se vendió en 84 mil (cinco veces más) por un coleccionista de Estados Unidos, que participaba en la subasta a través de whats app.
A esta pieza le siguió fue Love/Hate, de Irene Clouthier, un panel de pvc a color, el precio de venta era 60 mil, el de salida 40 mil y luego de una disputa entre coleccionistas en culiacán y compradores desde whatsapp y se vendió en 124 mil pesos.
Irene Clouthier destacó que una subasta de arte es importante no solo para recaudar fondos, sino estimular y apoyar el ecosistema cultural del estado.
“Estamos pagando a los artistas, al subastador, a los instaladores y eso ayuda y contribuye a que todo el ecosistema artístico se mueva y tenga fluidez”, dijo.
“Por otro lado, es un evento de gran calidad y tener artistas de esta talla no solo es un regalo sino que también ayuda a que elevemos el nivel en todos lados, y no quiero decir que cada quien desde su trinchera está haciendo su trabajo, pero suma”.
Y fue la manera de celebrar el 32 aniversario luctuoso de Maquío.
“Estamos muy agradecidos por el apoyo de los artistas, las galerías, los vendedores de arte porque sin ellos no hubiera sido posible el evento, los artistas por su apoyo y generosidad es posible este evento”
Memo Martínez, conocido como El Rey de las subastas, dijo estar muy contento de participar en la subasta a favor de La Casa del Maquío, un espacio que considera importante, hecho por y pensando en su gente.
“Me parece fantástico la idea de la casa de apoyar líderes, generar una unión, que sea un espacio de diálogo y me acabé enamorando del lugar y de las piezas desde el minuto 1 que conocí el proyecto”, dijo.
“Es importante que la gente sepa que para Leticia e Irene era una prioridad que hubiera piezas tan importantes como un Gabriel Orozco, un artista mexicano reconocido en todo el mundo, que recibe llamadas todos los días, él, Teresa Margolles, y cuando se les pidió que apoyaran esta subasta, no tuvo que decir nada más, inmediatamente dijeron que sí”.
Consideró que hay un nivel internacional porque culiacán lo merece.
“Estoy muy feliz con las piezas, el espacio, la idea, el arte es el motor en esta pandemia para la gente”.
Y todos con su paleta, más de 100 coleccionistas de arte se dieron cita en la casa, otros más participaron en la subasta desde otros lados del país y el extranjero, en un grupo de whatsapp.
Además, se subastaron estancias en hoteles en diversos lugares del país, un zoom con el actor Miguel Rodarte y una serenata con José Manuel Chu.