Seamos realistas y mejoremos México
Terrorismo puro
Lo acontecido por la captura de Ovidio en todo el estado de Sinaloa y en más del 70 por ciento del país, merecen ponerse sobre la mesa para corregirlo, urge. Si el “jueves negro” del 2019 fue un punto de inflexión que empoderó a los narcos y humillaron al ejército por las ordenes de dar abrazos, los balazos de este jueves 5 de enero 2023 será otro punto de quiebre a otro nivel.
A todas luces ambos sucesos son vil y puro terrorismo y esto son palabras mayores que merecen otra escala de acciones para reducirlo o evitarlo. En el 2019 fue muy notable la impunidad después de tantos muertos y daños materiales, no hubo entonces órdenes de aprehensión, increíble.
Pactos con el diablo
Hacer pactos con los narcos es hacer pactos con el diablo, imposible pararlos, el narco se ha descompuesto traicionándose; por otro lado el “idilio” con sus fans se está rompiendo por tantos abusos, las nuevas generaciones son más sanguinarias y crearán más caos.
Operan ya en otros negocios más rentables, el robo y distribución de gasolina, la extorsión, etc. encarecen los precios y ha hecho más miserable la vida de muchos aunque circulen los dólares y las remesas crezcan por ellos. El dinero “fácil” provoca una vida corta y llena de zozobra, aunque aparenten lo contrario.
El tributo que cobran por sus beneficios directos e indirectos es altísimo: la vida de tus hijos, no sentirte seguro ¿Vale la pena vender el alma al diablo? No acabamos de entender como esos ciudadanos se vuelven tan sanguinarios contra sus conocidos. Es la lógica perversa del mal, la realidad que no quieren ver, ni sus velorios tan desgarradores los convencen.
El narco provoca imbecilidad en las familias que lo favorece y permite, de héroes no tienen nada.
Estado débil
Aquí el gobierno fue rebasado, lo es en otros estados frecuentemente; la ciudadanía entendió que “quédense en sus casas” fue el sello de su incapacidad.
Sorprende la falta de reacción logística del ejército y seguridad ante actos terroristas: no hicieron un perímetro de seguridad en el aeropuerto de Culiacán, dispararon a un avión comercial y a los del ejército, una foto mostró sangre dentro de un avión militar, otro aterrizó humeante.
Afortunadamente no explotó ningún avión ni un tráiler que traía dos pipas cargadas de aceite comestible incendiado de su cabina tapando otra ciudad. Es un aeropuerto internacional, delicadísimo, que hubiese provocado presión mundial contra el gobierno y los narcos.
Estos actos de guerra merecen urgencia y estrategia para detenerlos. Solo falta que los cascos azules de la ONU vengan. El gobernador Abbott insiste al congreso de EEUU declararlos terroristas, ya lo hizo en Texas, el ejército gringo ha intervenido así en otros países.
En cambio la logística narca sorprendió por su rapidez cubriendo todo el estado, aprendieron rápido. Tanto armamento de alto calibre, imposible que no lo sepa el gobierno, la DEA ni la CIA.
Los abrazos han creado a un monstruo, a un ejército narco poderoso poniendo a México en vilo con sus frecuentes masacres, sorprende más la pasividad ciudadana por no impedirlo ni presionar al gobierno, el miedo paralizó la razón y el dinero creó ciudadanos tibios.
No culpemos solo al gobierno, la descomposición familiar nutre al narco, no tendrían su poder si se consumiese menos drogas.
¿Servirá para algo?
Al parecer Biden insistió en la captura y extradición de Ovidio, pero con su captura, el narco prosperará. Solo debilitando seriamente su infraestructura, su dinero y evitando la impunidad menguarán, imponen gobernadores y corrompen.
¿Cuántas vidas y tantos heridos y daños materiales y altísimos riesgos para colgarse esa medalla? Más las muertes que vendrán por las represalias y reacomodos del poder.
Si la operación se estudió “durante 6 meses” (Gral. Sandoval) ¿Por qué no aprovecharon para capturar a sus hermanos y a otros capos locales? Que hipocresía.
El narcotráfico prospera por la alta demanda, “en EEUU se considera que hay 23 millones de hard users atrapados por la droga, la dejan pasar y circular de otra manera tendrías a esos millones de locos sueltos en las calles sin control” (Armando Guzmán jornalista de Washington).
Además la venta de armas compensa en parte la salida de dólares a México, es evidente que hay un “Pacto Comercial Alterno” al T-Mec.
¿Culpar a otros?
Culpar y maldecir no produce resultados, afrontemos la verdad, esta no tiene sustitutos: o se dice o se engaña, las medias verdades son mentiras enteras, la desinformación manipula.
Las mañaneras si fuesen en Sinaloa ya no existirían, periodistas del Washington Post presentes en 2019 alabaron a sus colegas sinaloenses cuando no permitieron que Durazo y los generales les salieran con mentiras.
Una pregunta incómoda
¿De verdad quiere la gente que desaparezca el narco? Crece bajo la sombra de la sociedad que la consume, que hace negocios. Mucha de la prosperidad que hay localmente está manchada de sangre pero nadie quiere aceptarlo. Hay una economía ficticia.
El gobierno los necesita por su dinero para las campañas, para eliminar a sus adversarios, y para violentar el voto de los candidatos de Morena.
Si esperas que tu voto cambiará las cosas en el 2024, vives engañado, para entonces será demasiado tarde. Recuperemos México ahora, no después.