Recrea Guillermo Gallardo el misterio de los túneles de Culiacán en su libro de cuentos
Nelly Sánchez
El misterio de los túneles de Culiacán... y otros momentos significativos de su vida, plasmó Guillermo Gallardo en su libro En busca de las sandías, que presentó durante el Festival Cultural Gabriel García Márquez, organizado por el CBTA 133, de Recoveco.
“Esta esta obra es muy significativa para mí, pues abarca momentos que he vivido, desde la etapa infantil en San Rafael, que se ubica como a 15 minutos de Guamúchil y forma parte de Guasave, donde viví hasta los 12 años, también recoge aspectos de Guamúchil y Culiacán que ha formado parte importante de mi vida”, compartió.
Gallardo, docente en el CBTA 133 de Recoveco, compartió que cuando salió de San Rafael se fue directamente a Mazatlán porque le gustaba el puerto, estudió Ciencias de la Comunicación y empezó su vida laboral, como reportero y subjefe en el ayuntamiento y luego en el periódico Noroeste.
“Esa parte quise recoger un poquito no hablando exclusivamente de mí, sino retomando otras situaciones y en el puerto de Mazatlán, en en el caso de Culiacán lo principal que recojo es el asunto de la violencia, pero también algo de la leyenda de los túneles, aunque no es la trama central, sino ubicar qué hay dentro”.
Adelantó que en la trama hay estudiantes investigando lo que hay en su interior y para que sepan qué es lo que “estamos pisando... algo muy macabro”, hay que leerlo.
“Quisiera que leyeran para que vean qué tenemos abajo, según yo”.
En el cuento El largo camino a la felicidad todo es fantasía, comentó, sólo recreó el pueblo de San Rafael y la Feria de Santa Rita que se lleva a cabo en mayo, sus fiestas, juegos alegóricos y música, en un ambiente rural de la vida de aquellos tiempos del Siglo 20.
Otro texto del que habló fue de Las Joyas de la muerte, que se ubica en Culiacán y está vinculado al narcotráfico y la violencia, que preocupa a los ciudadanos.
“En un inicio no quería retomar ese tema pero es parte de nuestra vida”, reconoció.
Gallardo, que durante muchos años fue jefe de información en Noroeste Culiacán, comentó que el cuento El largo camino de la felicidad, lo publicó en el suplemento cultural Astillero, que se publicaba en este medio y que retomó como parte complementaria del libro.
“Otro es La venganza de Pantaleón, que tiene algo familiar implícito, retomo esa parte en un contexto de misterio, tipo Día de muertos. Es un texto que hice como parte del taller de narrativa que tomé en 2012, con el maestro Élmer Mendoza, junto con una novela que está pendiente de publicar”.
Durante la charla que se llevó a cabo mediante la plataforma Zoom, Gallardo dijo que en uno de sus cuentos tiene situaciones amorosas y recomendó a los jóvenes no leer específicamente un párrafo.
“Porque está un poco colorado... Fue por una nota de policiaca, de un gringo que iba a un pueblo y falleció en la tumba de la mujer a la que amaba”.
Y el cuento más largo de este libro, agregó, es del que surge el título del libro, En busca de las sandías, que trata de las aventuras de cinco niños de la vida rural de los años 70.
“Es casi novela, pero no entra en el esquema, son cinco protagonistas, tienen capítulos pero cada uno tiene una situación vivida, por los muchachos que están por terminar la primaria, al final hay una aventura que es cuando se van a buscar sandías”.
El profesor Cruz Hernández Fermín, fundador del Club de Lectura La Hojarasca e impulsor de este festival, aseguró que este libro de cuentos deja muchas enseñanzas, porque el autor retoma muchos pasajes y situaciones reales y los plasma de manera magistral.
“Realmente existen túneles en Culiacán, me contaron que un vecino de aquí trabajó en correos y en la noche lo espantaban, le tiraban con cosas... En las casas viejas, por ejemplo aquí tenemos cerca Pericos y en la casona de los Peiro hay muchas leyendas”.
Recomendó a los estudiantes leer un cuento, pues las historias lo van atrapando.
Manuel Ochoa, director del plantel, felicitó a Gallardo por tener una obra que deriva de su talento.
“Es la primera vez que me toca tener un docente que sea escritor, que hoy presenta su obra”.
Al final, lectores pidieron a Guillermo Gallardo leer el fragmento de ese cuento que había recomendado no leer.