Óscar Liera siempre estuvo rodeado de historias
Óscar Liera siempre estuvo rodeado de historias, de su barrio surgieron la mayoría de los personajes de sus obras, como Sor Joaquina, Malverde, entre otros, aseguró Arturo Díaz de Sandy.
Al participar en la charla Los caminos de Liera, vida y obra de un rebelde, Díaz de Sandy, promotor cultural y director escénico, comentó haber conocido personalmente al dramaturgo fallecido el 5 de enero de 1990.
“Desde que yo era joven, conocí a su hermana, Mini, y me contó muchas historias, ella era muy chica cuando vivió muchas experiencias con Jesús Óscar”.
Compartió que en los días finales del año 46, se llevaba a cabo la segunda edición de la liga de béisbol profesional del pacífico y 5 meses después debutó en Culiacán la compañía de los Sánchez Navarro, con Socorro Astol, con una obra en los terrenos cercanos del ferrocarril, cerca de la casa de Liera, en el espacio conocido como El Llanito, donde se ponían los circos y las carpas.
“Liera nació en ese contexto, sociedad cerrada, mujeres sin voz, ciudad pequeña, todo cercano, el río corría sin prisa”, dijo.
Desde su estudio, en una biblioteca en la que destaca una imagen de Liera, Díaz de Sandy compartió aspectos de la vida del dramaturgo.
“Liera siempre estuvo rodeado de historias, tanto en su barrio, donde pululaban la mayoría de los personajes de sus obras, Sor Joaquina, Malverde, de su amiga Gladys, como de su madre Adelina que lo colmaba de historias y anécdotas”, dijo.
“Pero quien más le compartía experiencias era su mamá conchita, su nana, la abuela materna quien logró poner en su memoria innumerables anécdotas, juegos, frases, cuentos, canciones, relatos de acontecimientos de su vida”.
Recordó los inicios del teatro en México en los años 50 con Rodolfo Usigli y la poesía en voz alta, cobijados por el INBA o la UNAM y surgieron de ahí autores que percibieron la realidad de una forma particular, entre ellos Liera, quienes “ pusieron el dedo en la llaga de la simulación de la vida pública de entonces”, dijo.
Eran creadores que nacieron en su mayoría fuera de la Ciudad de México, pero el centralismo económico, político y cultural era tan agobiante y absorbente que solo emigrando a la capital del país podían figurar en alguna cartelera.
“Fue actor, autor, director en los 80 regresa a Sinaloa para formar el Tatuas y ganar un público, ya habiendo formado antes el grupo Apolo, con un teatro que recogía las historias y leyendas de la región y pasaba con rigor teatral y aliento poético al escenario”.
Gracias al empeño de esos años, agregó, el teatro regional tuvo un despegue espectacular, formando compañías estables, presentando autores locales, profesionalizando un teatro que había sido amateur.
“Creadores como Hugo Salcedo, Virginia Hernández, directores como Ángel Norzagaray, Sergio Galindo comenzaron a poner el noroeste de la República en el mapa real de nuestro país... se dice fácil, pero un puñado de jóvenes aprendices del teatro estaban rompiendo cinco siglos de centralismo cultural”.
“Gracias a este fervor, los nuevos actores y artistas ya no tienen que emigrar para ser alguien en el teatro mexicano”.
Destacó que Liera creó 36 obras de teatro, mereció el Premio Nacional de Teatro Histórico del INBA con El oro de la Revolución Mexicana, dos veces el Premio Juan Ruiz de Alarcón por Camino rojo a Sabaiba y por Dulces compañías, que estudió en el INBA, la UNAM y también en países como Francia e Italia.
Durante la charla en la que estuvo el Diputado Manuel Luque, José Antonio Ríos Rojo, Secretario General del Congreso del Estado, dio la bienvenida y compartió algunos detalles de la vida de Liera, que promovió el teatro regional, escribiendo obras utilizando el lenguaje que caracteriza a los sinaloenses, y el orgullo que sentía por lugar de origen.
“Para él el teatro debería utilizarse para denunciar, lo utilizaba como plataforma para representar las problemáticas sociales”.
En el aniversario número 32 de su fallecimiento, el Congreso del Estado homenajeó al poeta y dramaturgo sinaloense Óscar Liera con una conferencia magistral sobre su vida y obra artística que revolucionó el quehacer del teatro mexicano en la década de los años 80.
