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Voces despeñándose

Me duele

    Me duele todo,

    me duele tu mirada ausente.

    Tu cansancio.

    Tus sueños viejos,

    el color de tu piel,

    el poco pelo de tu cabeza,

    tus manos corriosas

    de venas saltadas

    como topografía de Los Andes.

    Me duele tu corazón astillado,

    ese amor hecho piltrafa

    que se deshace frente al espejo

    en la humedad de unas gotas.

    Me dueles en el lamento

    del canto de los pájaros,

    en el sol que se ha eclipsado

    y no puede ver a la luna,

    en el río que se detiene en los peñascos

    y después te busca

    en las pupilas azules del mar.

    Me dueles

    en la ola que se levanta

    me dueles todo tú

    y me quemas

    con la nieve de tu invierno.