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Asegura Ramón Perea

‘El mediador de lectura no es un gurú sino un facilitador’

El maestro y mediador de lectura ofreció una charla en la Sala de Mediación Lectora del Isic, donde dio algunos tips para motivar la lectura en los jóvenes

Un mediador de lectura no debe plantearse como un evangelizador o un gurú al estar frente de un club de lectura, sino que debe ser ante todo un facilitador para ganarse la confianza sobre todo del adolescente, aseguró Ramón Perea Rubio.

En su charla Algunos tips para realizar mediación lectora con jóvenes... y no salir lesionado en el intento, el dramaturgo y promotor de lectura habló sobre la naturaleza de la lectura, especialmente, de la relacionada con los jóvenes, a través de recomendaciones, sugerencias, críticas y de la naturaleza del mediador de lectura, entre ellas las formas o maneras de establecer una relación con los lectores.

En la Sala de Formación Lectora del Centro Cultural Genaro Estrada, el también reconocido titiritero invitado por el Instituto Sinaloense de Cultura, a través de su Dirección de Bibliotecas y Salas de Lectura, consideró que la parte más importante comprende que el adolescente en general guarda su personalidad.

Y el adolescente, añadió, va a tener una o varias máscaras para operar al estar en un club de lectura, y lo que nosotros como mediadores debemos de hacer, es provocar al adolescente para que vaya tomando confianza.

$!El público estuvo muy participativo durante la charla.
El público estuvo muy participativo durante la charla.

Esto se puede lograr haciendo que el mediador no sea el protagonista sino más bien un facilitador, el que va a facilitar para que el adolescente hable, para que se sienta en confianza, para que haga tribu, para que en la sala de lectura, junto con otros, pueda perder el miedo y demostrar quién es verdaderamente.

Para ello, el mediador tiene que recordar cuando fue adolescente y recordar cómo actuaba, cuáles eran sus miedos en aquella época y así entender lo que quiere hacer como mediador de lectura para adolescentes.

“No existe una receta universal, pero lo que sí existe son sugerencias o recomendaciones para que el adolescente de entrada conozca el fenómeno de la lectura autónoma o recreativa, que hace que la persona que lee a sola, encuentre una intimidad al hacerlo, y esta intimidad en muchas ocasiones le pasa a uno cuando era adolescente, sobre todo cuando encuentras cosas que van más allá de tus expectativas como lector, cuando encuentras textos que te perturban y dices “no pensé que esto lo hubieran escrito alguna vez”, y deseas leerlo a solas.

Comentó que en cierto momento todos somos mediadores con solo recomendar un libro, al igual que si recomiendas una película o una pintura o una canción; desde ese momento ya somos mediadores artísticos.

Muchas veces pensamos que la lectura es exclusivamente el asunto literario, pero la lectura es una manera de comprender el mundo y sobre todo, el mundo simbólico del arte; entonces cuando hablamos de lectura debemos de pensar en el arte como un concepto más amplio, no como un concepto que reduce, sino un concepto que amplía.

Perea Rubio nació en Guasave, Sinaloa, en agosto de 1970 y es licenciado en Historia por la UAS. Ha participado en numerosos talleres como el de dramaturgia para el teatro de títeres impartido por Freddy Artiles y en talleres de dramaturgia impartidos por Jesús González Dávila, Víctor Hugo Rascón Banda y Jaime Chabaud Magnus.

Es autor de los textos dramatúrgicos Cascos Ligeros, Los Ocasionados, A cuarta y quemón, La hija del R-15, Las extrañas maravillosas, y para teatro de títeres ha escrito Los derechos de Paquita, Peripecias de un genio, Cuentos cortos, amistades largas, entre otras. Becario del FOECA Sinaloa en 1977.