Editores ingleses de Roald Dahl censuran su obra y el mundo de la literatura se rebela
Los libros infantiles del escritor británico Roald Dahl, de los que han sido modificados algunos párrafos para no herir sensibilidades, no serán retocados en sus ediciones en español, tanto en España como en Latinoamérica, informaron este fuentes de la editorial Alfaguara, que tiene los derechos en habla hispana.
Hace una semana la editorial Puffin Books había anunciado la reescritura de la obra del autor británico, fallecido en 1990, para eliminar todo lenguaje que pueda ser considerado ofensivo.
Finalmente, tras algunas conversaciones con la Roald Dahl Society Company, Alfaguara Infantil y Juvenil, se decidió que mantendrán sus ediciones con los textos clásicos del autor sin modificaciones.
No es la primera vez que un texto clásico se ve sometido a revisión para adaptarlo a la sensibilidad contemporánea, pero nunca hasta ahora se había desatado una indignación tan global como contra la reescritura de los cuentos de Roald Dahl.
“Hemos prestado atención al debate, que no ha hecho más que reafirmar el extraordinario poder de los libros de Roald Dahl, y ha planteado la cuestión de cómo mantener la relevancia de relatos de otra época para cada nueva generación”, afirmó en un comunicado Francesca Dow, la directora general de Puffin, publicó heraldo.es.
Las editoriales españolas Alfaguara y Loqueleo y la francesa Gallimard, dijeron que los libros en estas lenguas no iban a ser reescritos.
En inglés, la revisión ha implicado la eliminación de adjetivos como “gordo” o “feo” y de referencias consideradas polémicas sobre salud mental, violencia, género y raza en libros como Charlie y la fábrica de chocolate, Las brujas o Matilda.
La polémica no se hizo esperar y sen han pronunciado personalidades del mundo de la política y la literatura.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo que “es importante que las obras de literatura y los trabajos de ficción se preserven y no se editen”, al defender “el derecho al libre discurso y expresión”.
El escritor británico Salman Rushdie, señaló en Twitter que aunque Dahl no era “ningún ángel”, esto es una “censura absurda”.
El director editorial de Anaya Infantil y Juvenil, Pablo Cruz, considera que no es “respetuoso ni razonable” cambiar los textos de Dahl, “dado que supone reescribir con un criterio social actual textos que se crearon en una época y una sociedad determinada”.
La familia del Dahl pidió en 2020 disculpas por declaraciones antisemitas que éste expresó durante su vida.
No es la primera ocasión en que se plantea un debate sobre la modificación o prohibición de antiguos libros de literatura infantil y juvenil, como ocurrió en 2021 con la quema de casi 5 mil libros en escuelas de Canadá, entre ellos cómics de Tintín, Astérix y Lucky Luke, por considerar que propagaban estereotipos sobre indígenas.