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Funeral

Despiden artistas y gestores culturales al pintor Antonio López Sáenz

Compañeros de El Colegio de Sinaloa y agentes culturales del estado estuvieron recordando anécdotas con el pintor

MAZATLÁN._ Diversas personalidades de la política y la cultura despidieron al maestro Antonio López Sáenz.

Durante su funeral, al que acudieron funcionarios del estado, recordaron anécdotas del artista que plasmó su tierra en su obra.

A la funeraria acudieron el gobernador Rubén Rocha Moya, Juan Salvador Avilés Ochoa, director del Instituto Sinaloense de Cultura, junto con Raúl Rico, director del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, y autoridades del municipio, como el alcalde de Mazatlán, Édgar González Zatarain; el escritor Élmer Mendoza, presidente de El Colegio de Sinaloa, organiso al que perteneció el artista mazatleco.

El gobernador se refirió al pintor como un artista universal.

$!El sobrino de Antonio López Sáenz, Víctor López de la Paz, comparte anécdotas con funcionarios y creadores.
El sobrino de Antonio López Sáenz, Víctor López de la Paz, comparte anécdotas con funcionarios y creadores.

“Es un hombre internacional, universal, y yo lo admiro mucho”, dijo, y a pesar de que el pintor merece muchos homenajes, comentó que el mismo Antonio López Sáenz nunca quiso reconocimientos ni distinciones.

El director del Isic, se refirió a López Sáenz como un artista mexicano que expresó la belleza de Sinaloa que cautivó al mundo.

“Sus colores, paisajes y personajes cálidos y entrañables, nos harán menos triste su ausencia”, señaló Avilés Ochoa.

Raúl Rico recordó cuando el artista le propuso realizar una estatua para conmemorar la llegada del milenio, en el año 2000.

$!Artistas, funcionarios, amigos del artista, durante su funeral.
Artistas, funcionarios, amigos del artista, durante su funeral.

“Vamos a hacer una visión futurista del sinaloense”, le dijo, y cuando llegó con el boceto, se trataba de una familia sinaloense con sombreros, como a él le gustaba pintar, a lo que dijo: “así nos agarró el milenio y así vamos a ser en el futuro”, recordó.

Antonio López Sáenz nació en 1936 en el puerto de Mazatlán; a través de su arte plasmó el sabor de nuestra tierra en lienzos, barro y bronce. Su tierra es la mayor fuente de inspiración y está plasmada en cada pincelada de su obra.

En manos de López Sáenz las pinturas cobraron forma de mujeres, hombres, barcos, mar y están llenas de vida, música de banda, béisbol y carnaval.

Sus cuadros son postales, llenas de memoria y añoranza a las que él se refirió que pintó con lo que vio desde niño: los paisajes, los estampados de los vestidos de su mamá y sus tías que se reunían por las tardes a platicar sentadas en poltronas.

Los personajes en su obra no tienen rostro, porque decidió dejar en el anonimato a quienes viven dentro de los lienzos, conociendo él solamente a los actores verdaderos de cada obra.