Epifanio Castañeda comparte su servicio de salud con el altruismo
Alejado de reflectores y de reconocimiento social, únicamente la satisfacción de apoyar al prójimo y al que menos tiene, ese es el objetivo que sus padres le inculcaron y que él desde muy joven lo lleva a cabo.
Desde antes de su titulación en la época de los 90, y hasta la actualidad con una trayectoria de muchos años en el ámbito deportivo y como Jefe del Departamento de Medicina del Deporte de la Universidad Autónoma de Sinaloa Unidad Regional Sur, así como colaborados del Periódico Noroeste a través de su columna “Medicina del Deporte”, su labor ha sido siempre la misma de apoyar a comunidades, a la sociedad y a los que menos tienen.
Su labor altruista de salud ha sido de manera directa, sin intermediarios, no esperando recibir nada a cambio.
Años atrás, esa labor ha encontrado eco en muchas personas, en empresarios y hasta personalidades de muchos ámbitos, quienes han sido sus pacientes y al ver su filosofía de ayuda, se han sumado a la causa proporcionando todo tipo de apoyo a través de él.
“En cuanto terminé la especialidad en Medicina del Deporte en la Ciudad de México me ofrecieron trabajo, de hecho como parte de esto fui médico del Club América de 1996 a 1998, pero en mi mente era regresarme a mi tierra y acá ejercer y poder seguir apoyando a las personas”, recuerda Castañeda Labra.
En 1998 al llegar a Mazatlán lo invitaron a trabajar en la Universidad Autónoma de Sinaloa, recibiendo previamente invitaciones de Instituto Tecnológico del Mar y del Tec de Monterrey, pero su intención era ejercer la medicina particular y en la UAS podría tener esa libertad.
“En 1999 ya en la UAS empecé a ir a las comunidades, algo que ya hacía desde 1990 en la Ciudad de México en el Desierto de los Leones, entonces a las comunidades sinaloenses empezamos a ir una o dos veces por mes.
“Te hablo desde Escuinapa hasta Badiraguato íbamos, conforme fue dando frutos esto, empezaron los apoyos, pero siempre se los aclaré, no pertenezco a ninguna asociación y ni quiero pertenecer, diciéndoles a esas asociaciones que respeto mucho, aquí en mi consultorio decido si cobro o no una consulta, si voy a atender a alguien, debido a que es mi manera de ver mi profesión”.
Castañeda Labra recuerda una anécdota durante sus jornadas de salud y altruismo a lo largo de todo el estado de Sinaloa.
“Me dice un amigo que me acompañó ‘doctor ¿esto quién lo pone, el gobierno?’, a lo que le contesto, la gasolina y el servicio lo pongo yo, todo esto sale de mi trabajo, pero me dice ‘¿y la medicina?’, le digo eso sale de los agentes médicos.
“A lo que voy es lo siguiente, lo que hemos hecho es puro altruismo, pero no nos tomamos fotos, si damos algo, ahí está, si damos una silla de ruedas, si damos medicamento o mucho más apoyos, lo damos sin buscar o pedir fotos”.
Aseguró que las únicas fotos que manda son a las personas que han contribuido a la causa para que constaten con evidencias que se hacen llegar sus ayudas.
“Soy de Badiraguto, soy de la sierra (Aguajitos), una de mis constantes que siempre digo es que la medicina la estudié porque mi abuela se murió sin servicios médicos, entonces siento que si ella hubiera tenido atención capaz y no hubiera fallecido”.
