Ernesto Galarza fue un migrante mexicano, activista, académico y poeta que nació en Jalcocotán, Nayarit el año de 1905. Parte de su infancia la vivió aquí, en la ciudad de Mazatlán, Sinaloa, donde le sobreviven algunos familiares. Cuando él tenía ocho años de edad, su familia emigró a los Estados Unidos.
Galarza fue un activista para los trabajadores agrícolas en Estados Unidos por gran parte de su vida. Estaba preocupado por las malas condiciones en las cuales tenían que vivir los inmigrantes mexicanos, y trabajó arduamente para organizar sindicatos en California. Se volvió un asociado de los trabajadores migrantes; los conocía personalmente, escuchaba sus problemas, y los motivaba como lo hace un amigo. Su inteligencia y templanza le hizo ganarse el apodo de Man of Fire, (hombre de fuego).
Ernesto Galarza ganó fama por su escritura, escribió más de una docena de libros, entre sus obras más destacadas están: “Extraños en nuestros campos”, “Comerciantes de trabajo”, y su autobiografía “Barrio Boy”. En éste último relata su vida en la ciudad de Mazatlán. Su escritura fina y crítica, le hizo recibir la nominación al Premio Nobel de Literatura en 1979, siendo el primer latino con tan distinguido mérito.
Galarza murió un 22 de junio de 1984 en San José California, pero todavía se siente mucho la influencia de su trabajo en las comunidades latinas y obreras en los Estados Unidos.
Con la intención de inmortalizar el legado de Ernesto Galarza, en la Asociación Civil “Mazatlán Fraterno”, cada año entregamos un reconocimiento que lleva su nombre. En las tres ediciones anteriores hemos reconocido el trabajo de ciudadanos que de manera casi anónima realizan labor social y humanitaria, sobre todo dirigida a personas en situación de movilidad.
En el año 2017, la galardonada fue la enfermera jubilada Ubaldina López Sánchez; quien por años ha asistido a migrantes que transitan por Mazatlán rumbo a Estados Unidos.
En 2018, Irineo Mujica Arzate; líder de la organización “Pueblo sin fronteras”, fue quien recibió el reconocimiento. Irineo ha fundado tres casas de migrantes en la frontera norte de México, y desde hace años asiste a migrantes internacionales rumbo a la Unión Americana.
José Ángel Barajas (en paz descanse); presidente de la Fraternidad Sinaloense de California, fue a quien reconocimos en el año 2019 por su labor como activista por los derechos civiles de los sinaloenses en Estados Unidos.
Este año 2021, hemos decidido otorgar el reconocimiento “Ernesto Galarza” al médico Epifanio Castañeda Labra (colaborador de este periódico Noroeste). El doctor Epifanio nació en una pequeña comunidad del municipio de Badiraguato. Vivió su infancia allá arriba, en una humilde casita apartada en la sierra sinaloense. Con mucho esfuerzo y el apoyo de sus padres, pudo tener sus estudios profesionales en el área médica del deporte. Ahora que es un prestigioso médico, no olvida su origen. De manera continua y permanente se traslada a las comunidades más marginadas de Sinaloa, y regala sus consultas médicas a los más necesitados. Sin presumir su altruismo; sin fotografías ni cámaras tras él, por años ha apoyado con despensas, ropa, medicinas y consultas a personas en extrema pobreza y ha recibido a muchas personas en condición de desplazamiento forzado. Los conoce personalmente; es su amigo, los escucha y ayuda, tal como lo hacía Ernesto Galarza.
El próximo jueves 9 de diciembre, a las diez de la mañana, estaremos honrando su labor humanitaria en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS.
Honor a quien honor merece.
Es cuanto....