Inglaterra debuta en la Euro 2024 con triunfo ante Serbia, pero deja dudas
GELSENKIRCHEN, Alemania._ El debut de la selección de Inglaterra en la Eurocopa 2024 fue con el pie derecho, aunque el equipo dirigido por Gareth Southgate dejó algunas dudas al no poder brillar ante el combinado de Serbia, pues ‘Los Tres Leones’ se llevaron los tres puntos con el marcador de 1-0.
Jude Bellingham fue el autor de único gol del partido disputado en la cancha del Estadio AufSchalke de Gelsenkirchen, Alemania, tanto que logró al minuto 13 con un increíble cabezazo.
No es fácil desbordar a Serbia en ningún momento. Lejos de su pasado, probablemente, cuando copaba fases finales en los inicios de la Eurocopa, futbolistas como Kostic (lesionado antes del descanso), Milinkovic Savic, Vlahovic o Mitrovic describen un colectivo de potencia arriba, que es firme atrás; la opción por la que apostó Stojkovic ante el nivel rival.
De partida, el equipo balcánico se sintió inferior, se replegó y esperó. No aguantó ni cuarto de hora. Por muy compacto que seas, por muy bien que estreches los espacios, Inglaterra tiene tanta destreza en muchos de sus futbolistas que las certezas no existen para ningún adversario. De pronto, sin percibirlo, sin darse cuenta, encajó el 0-1.
El primer gol fue una demostración inequívoca. Otra posesión larga. Hasta Kyle Walker. Su pase al espacio desbordó la banda izquierda de Serbia, la derecha del ataque inglés, para la carrera de Saka. Su trompicado centro lo transformó en el gol, poderoso, Bellingham. Su llegada fue indetectable, entre el desmarque de Kane. Su cabezazo fue incontestable.
Desde el gol de Bellingham, que no sólo marca goles, sino juega todo lo que quiere, con una soltura que desprende una sencillez extraordinaria, Inglaterra rompió el plan de Serbia, pero también la dirigió a un escenario que tampoco le disgustó. Liberado de las precauciones defensivas, inválidas ya desde el minuto 13, se atrevió a dar un paso adelante. A creérselo.
Y tiene equipo para jugar al ataque el conjunto balcánico, como demostró Vlahovic cuando probó su derecha. Fuera. El delantero ha rebajado el impacto con el que asombró a Europa no hace mucho. La ofensiva también supone una exposición excesiva contra un oponente de la talla del que tenía enfrente. Kyle Walker se recorrió el campo para centrar a nadie, después Bukayo Saka no encontró rematador en otra carrera por la derecha. Nada más.
Porque, en todo el esplendor de los nombres de su alineación titular, Inglaterra también debe exigirme más. Dentro de la complejidad, le faltó constancia en su ofensiva. No creó una cantidad de ocasiones como presuponen sus recursos y su desborde.
Necesita más ambición. Y también debe ajustarse en defensa, porque concedió opciones que en mayores desafíos son decisivos. No fue segura, entre la sensación de que el filo del triunfo, tan mínimo, con sólo un 0-1 a favor, era tan delgado que cualquier descuido sería fatal. Aún cometió alguno más Inglaterra. No lo aprovechó Serbia, que reclamó el VAR y un penalti sobre Mitrovic.
Por entonces ya jugaba con fuego el equipo británico, que dispuso de la sentencia en un cabezazo de Kane que repelió contra el larguero Rajkovic, pero también requirió la estirada de Pîckford para impedir el 1-1 a Vlahovic, entre los altibajos, ya dentro del modo resistencia por el que optó Inglaterra para el tramo final. O desde mucho antes. Demasiado conformista con un único gol.