Álvaro Ley, un inmortal del beisbol del Caribe
Álvaro Ley López fue exaltado al Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe que se realiza en Mexicali, correspondientes a la Clase 2025.
Álvaro Ley, en calidad de “promotor”, fue el elegido por el Comisionado de Beisbol Profesional del Caribe Juan Francisco Puello Herrera, haciendo uso de la facultad que le concede el Reglamento del Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe, atendiendo a la contribución del escogido en el engrandecimiento de la Serie del Caribe.
¿Quién es Álvaro Ley?
Álvaro Ley López nació en Tayoltita, Durango, un 5 de enero de 1939 en el seno de una familia de amplia tradición beisbolera.
Fue el cuarto de nueve hijos que procrearon don Juan Ley Fong y doña Rafaela López de Ley, quienes tuvieron como descendencia a Juan Manuel, Bertha, Marcos, Álvaro, Sergio, Diego, Héctor, Silvia y Laura. En 1954 la familia decide mudarse a Culiacán, Sinaloa, en donde ubican la primera tienda de lo que hoy es una reconocida cadena de autoservicios que opera en el Noroeste de México.

Álvaro estuvo siempre cerca de las andanzas beisboleras, que dan inicio en Tayoltita y siguieron en Culiacán, tanto de su padre y como de su hermano mayor Juan Manuel. Es en los años ochenta cuando su hermano le invita a formar parte del Club Tomateros y aprovechar así su amplia experiencia en la administración y profesionalización de la empresa que administra el club de beisbol.
La tarea inicial de don Álvaro fue precisamente encabezar el proyecto de transformar al club de beisbol en una empresa con mejor forma, fue así como encabezó los trabajos tendientes a establecer e instituir los protocolos y políticas internas para separar la parte deportiva de la administrativa, dotando así a las personas enfocadas al tema deportivo con mayor libertad y atención a la razón de ser de la empresa, el beisbol. Y así es como junto con su hermano mayor desarrollan una empresa exitosa.

Años de esfuerzo y dedicación como parte de la directiva hicieron que a don Álvaro pudiera gozar los campeonatos de liga obtenidas por el equipo en los años de 1983, 1985, 1996, 1997, 2002 y 2004 siendo en febrero que fue parte del equipo que resultó campeón de la Serie del Caribe celebrada en República Dominicana en febrero de 1996 y posteriormente el cetro logrado por los Tomateros en la Serie del Caribe celebrada en Venezuela en febrero de 2002.
Su involucramiento y participación en el club lo llevó a alcanzar la vicepresidencia del Club Tomateros y fungir como su representante en instancias como la Liga Mexicana del Pacífico y la Confederación del Caribe, en esta última colaborando activamente en las negociaciones, elaboración, e implementación de reformas, convenios, y actualizaciones a disposiciones estatutarias con Major League Baseball, algunas de ellas aún hoy rigen la vida interna de dicho ente.

Su pasión por este deporte lo llevó a ampliar su campo de acción a otras instancias del beisbol mexicano en donde fue presidente del Consejo de Administración de la Liga Mexicana de Verano siendo además presidente del Club Saraperos de Saltillo, equipo con el que le da su primer campeonato a la ciudad de Saltillo en 2009 y repitió el logro en 2010.
Álvaro, junto con su hermano Juan Manuel, hicieron posible construir un icono para la ciudad de Culiacán, un nuevo y el más moderno estadio de beisbol de su época en México, inaugurado en octubre 2015 por el Alto Comisionado de MLB, Rob Manfred.

Luego del fallecimiento de su hermano mayor, Álvaro cede los bártulos de Tomateros para que sean ahora sus tres hermanos, Marcos, Diego, y Héctor quienes desde 2016 a la fecha, mantienen la tradición deportiva en la familia, consolidando a Tomateros como uno de los equipos de beisbol más reconocidos en México.