Se resolvió el increíble diferendo que mantenían algunos ministros de la Corte de Justicia de la Nación, tratando de sacar un acuerdo a todas luces contrario a la Constitución de la República. La cosa era más curiosa porque provenía de jueces que deberían ser los garantes en velar por el fiel cumplimiento de la Constitución. A ese grado de descomposición, a ese inconcebible extremo llegaron esos ministros que defendían a la derecha del País. Por suerte el pueblo está al tanto de los verdaderos problemas de México y no comulga con molinos de viento.
El pueblo ha decidido marchar al lado de la transformación del País, sin ninguna duda. Su postura es firme y sin dobleces de ninguna índole. Ante la tozudez de los conservadores, se ha alzado la firmeza del pueblo; en eso se finca la mayoría que mantiene al partido Morena en ambas cámaras de la Nación. Sus militantes son claros del rumbo que ha tomado la República, con absoluta certidumbre, con el objetivo de insertar a México dentro del grupo de países con desarrollo sostenido. Y esto no es una metáfora, es un hecho pleno de certeza hacia el que se avanza con pasos decididos.
Hay indicadores que señalan esa tendencia de la economía del País. No partimos de estados de ánimo, son conclusiones basadas en estudios de la realidad nacional en el contexto de la economía que prevalece en el mundo. La actual generación de mexicanos tiene la gran oportunidad de construir una economía con bienestar para todos, no sólo para una minoría depredadora como sucedía antes. Nos basamos en parámetros objetivos, nada de lucubrar sin base, lo que señalamos tiene como sustento un estudio sólido de las tendencias de la economía del mundo y la inserción de México en tal proceso; allí estriba lo que señalamos.
Es cuestión de observar cómo se mueve nuestra economía en el concierto de las naciones, para tomar un parámetro de dónde estamos colocados a nivel mundial. Nos hemos convertido en el principal aliado comercial de EU y destacamos en la producción mundial de plata, oro, hierro y otros productos mineros. Se ha rehabilitado, en el último sexenio, la producción de petróleo y gas, es creciente y próspera nuestra industria metalúrgica, no se diga la automotriz. Con base en estos indicadores es sencillo descifrar nuestro desarrollo, entender lo que hemos avanzado, no sólo desde las expectativas macroeconómicas, sino en el aumento del salario real y en el mejoramiento de las condiciones de vida de las clases trabajadoras.
Para entender la situación de este País en el contexto de las naciones, tanto en nuestro continente como a nivel global, ubiquemos nuestra realidad en su justa dimensión, sin falsas expectativas; nos daremos cuenta que no estamos tan tirados a la calle, como dice el común de la gente y que, con un buen gobierno, como el que actualmente tenemos, los mexicanos nos acercamos a un promisorio futuro con certeza plena.
Pasando al problema de seguridad, que es otra de las preocupaciones del común de la gente, nos podemos dar cuenta que hay una campaña permanente, por parte de los poderes fácticos, por dimensionar el problema. Sin duda la inseguridad preocupa a la sociedad, pero se subestiman, de cierta manera, los esfuerzos del gobierno desplegados en todo el territorio nacional. Y aquí mismo, en la entidad, nos enteramos que hay un despliegue inusitado de fuerzas federales a fin de resolver lo más pronto posible ese flagelo de inseguridad, que es real, no podemos tapar el sol con un dedo, pero tampoco soslayar que se hacen esfuerzos extraordinarios por lograr la paz, que es tarea de todos, incluido el gobierno en todos sus niveles.
No bajemos el paso en el sentido de recuperar la seguridad. Somos optimistas en alcanzar ese objetivo. El pueblo en el estado es un pueblo laborioso y muy solidario con las buenas causas, sabe estar a la altura de las circunstancias y apoyar todo esfuerzo para lograr pacificar a nuestro querido estado, de eso se sienten orgullosos los moradores de esta pujante entidad.
Sinaloa tiene el honor de ser reconocido por el resto de entidades federativas como el granero de la República. Se tiene el privilegio de ser reconocido por su turismo y su abundante pesca, lo mismo en floricultura; el estado se ha revelado en los últimos años como gran productor de frutas y legumbres. La entidad tiene muchas razones para que su pueblo se sienta orgulloso de ser sinaloense.
Lo que también distingue a los sinaloenses es la firmeza de su gente, la solidaridad ante las adversidades que se presentan eventualmente, el saber encontrar juntos la solución a los grandes problemas, uniendo solidariamente a este noble pueblo.
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