Después del arrollador triunfo de la candidata presidencial del partido Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, la oposición derechista siguió tirando pedradas al matorral, pidiendo que se revisaran los paquetes electorales. La virtual Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, contestó: “que se revisen los paquetes electorales por parte del INE”, para disipar inquietudes de la Oposición. Morena no tiene nada que ocultar, por el contrario, procura que prevalezca la mayor certeza en el veredicto ciudadano.
Si en México ha habido un partido que ha luchado junto al pueblo por la certidumbre en los procesos electorales, ha sido Morena, auténtico promotor de la democracia en el País. Eso implica el “sufragio efectivo”, que sea la voluntad de los ciudadanos la que decida el rumbo de la Nación, en absoluta libertad, sin el mínimo dejo de sospecha en la limpieza de la justa electiva.
El tiempo de los fraudes electorales quedaron en el pasado, cuando los gobiernos del periodo neoliberal recurrieron al robo de las elecciones, a la compra de votos, a las mapachadas de todo tipo. ¿Quién no se acuerda de los fraudes de Salinas y de Calderón, esos oscuros gobiernos del prianismo? Ese periodo nefasto no volverá jamás al poder en esta gran Nación. El pueblo ha castigado electoralmente a esa corriente de pensamiento retrógrado, proclive a entregar el patrimonio nacional a los interese extranjeros con desigual desdoro.
La virtual Presidenta, Claudia Sheinbaum, es una patriota, que sabe cómo proteger la soberanía nacional, con mucho celo, como deber ser, sin flaquezas de ninguna índole. Ella continuará el camino que este gran país ha emprendido con sin igual entereza, velando siempre por la grandeza de la patria.
Lo reiteramos: este país camina por la senda de su desarrollo, sobre bases sólidas, hasta alcanzar la plena emancipación de su pueblo. Su situación geográfica le abre un amplio horizonte para dirigir estrategias que consoliden su desarrollo. Estamos completamente convencidos que, con el rumbo emprendido, el País tiene un presente y un porvenir llenos de buenos augurios. En menos de un quinquenio vamos a tener un país con una economía sumamente sólida, capaz, por derecho propio, de insertarse en el grupo de naciones con mayor progreso, capaz también de dejar atrás el subdesarrollo; todos los pronósticos apuntan a esa posibilidad cierta en el concierto de las naciones del mundo.
Además, contaremos con una infraestructura de gran relevancia, realizada en el sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador, misma que propicia bases firmes para realizar nuestro despegue económico. Y no se trata sólo de un progreso para las élites oligarcas y sus aliados transnacionales. Nuestra virtual presidenta, Claudia Sheinbaum, va a impulsar el progreso con bienestar para nuestro pueblo. Tenemos la certeza que así va a ser; vemos promisorio el futuro próximo del país, ni duda cabe.
Para nuestro País, como resultado de la elección del 2 de junio, se abrió un porvenir lleno de grandes expectativas, de manera preferencial para nuestro pueblo. Las acciones de gobierno sin duda serán consustanciales a la actitud mostrada objetivamente por la ciudadanía, que cada vez muestra una resuelta voluntad para construir un país, en todos los aspectos, más democrático. Tenemos una ciudadanía con mucha claridad en cómo alcanzar una vida mejor, una riqueza mejor repartida y una amplia participación en la cosa pública.
En el proceso electoral que recién pasó, los ciudadanos dieron una lección histórica, de mucha trascendencia a la hora de emitir su sufragio en toda la geografía del país. Mostraron un comportamiento cívico ejemplar, poniendo en el centro los intereses de la Patria. Actuaron con responsabilidad, ratificando su acuerdo de que continuara el gobierno de la cuarta transformación, a pesar de una destructiva campaña de infundios y denuestos, realizada día y noche, en todos los canales de televisión, radio y prensa escrita, como nunca se había visto, tratando de socavar el sólido apoyo popular que goza el Presidente Andrés Manuel López Obrador. No lograron hacer mella en la popularidad del Presidente; como dice la gente: se quedaron con las ganas, rotundamente frustrados en sus aviesos propósitos.
Estamos ciertos en el futuro halagüeño que espera a este noble pueblo, que marcha al encuentro de ese bello amanecer democrático lleno de buenas nuevas. El nuevo gobierno tiene como misión consolidar el bienestar, traducido en una vida mejor para su generoso pueblo.
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