En el concierto que ofrecerá las OSSLA hoy, a las 19:30 horas, y el domingo, a las 12:30 horas, bajo la conducción de su director artístico, Eduardo García Barrios, en el Teatro Pablo de Villavicencio, se interpretarán dos obras de Georges Bizet: La Sinfonía en Do Mayor y la Suite Carmen, con arreglo de Rodión Shchedrín. La entrada es libre, pero hay que adquirir el boleto en la taquilla del teatro.
Hay genios que manifiestan una madurez precoz, como el caso de Bizet, quien fue admitido en el Conservatorio de París a los 9 años y compuso su Sinfonía en do mayor a los 17, mientras aún era estudiante bajo la tutela de Charles Gounod. Siguió los modelos clásicos para componerla, incluso le dedicó el primer movimiento a Mozart, pero le imprimió su sello muy personal.
En efecto, el Diccionario de Grove señala que esa sinfonía “revela un logrado talento extraordinario para un estudiante de 17 años de edad, en invención melódica, manejo temático y orquestación”. Sin embargo, nunca fue interpretada en vida de Bizet hasta que su viuda, Geneviève Halévy, mostró el manuscrito.
La brillantez de Bizet se muestra, también en otras magníficas obras, como “Los pescadores de perlas”, “La Arlesiana” y, sobre todo, “Carmen”, aunque no disfrutó de sus triunfos, pues falleció a los 36 años, a los tres meses de haberse estrenado está última obra sin mucho éxito. Incluso, se especula que esta frialdad desencadenó el rápido deterioro de su salud.
La popularidad de “Carmen” se ha realzado con muchos arreglos, fantasías y variaciones, como esta Suite del compositor ruso, Rodión Shchedrín, para un ensamble de cuerdas y percusiones, estrenada en 1967 en el Teatro Bolshoi con la legendaria bailarina y esposa de Shchedrín, Maya Plisetskaya.
¿Aprecio la precocidad, brillantez y genialidad?
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