Hay corazones ardientes que, en poco tiempo, exhalan su perfumada fragancia; sin embargo, permanece uno con la sensación de que era mucho aún el amor y romanticismo que podían irradiar. Tal es el caso de Georges Bizet, quien falleció antes de cumplir los 37 años debido a una insuficiencia cardíaca. Con su prematura muerte nos legó solamente algunos pocos éxitos, que bastan para perpetuar su memoria: Los pescadores de perlas, La Arlesiana y, sobre todo, la monumental Carmen.
De Los pescadores de perlas se han consagrado dos momentos: el dúo “Au fond du temple saint” (En el templo sagrado) y el aria “Je crois entendre encore” (Creo que lo oigo otra vez, popularizada en italiano con gran éxito como Mi par d’udire ancora e interpretada por casi todos los tenores líricos). La Arlesiana (La chica de Arlés), es una obra de 27 números, pero es más conocida por la suite.
Carmen es una de las obras operísticas más identificadas por el público popular. Esta sola obra hubiera bastado para concederle la inmortalidad a BIzet, aunque en un principio se temía que no fuera aceptada debido al triángulo amoroso que se escenifica, entre una mujer de muy mala reputación, que es contrabandista, cigarrera, gitana y rebelde (Carmen), un militar que obsesionado por ella traiciona sus obligaciones y se convierte en asesino por sus irrefrenables celos (Don José) y un popular torero, que es el rival en amores en este fatal desenlace (Escamillo).
En otras columnas seguiremos abordando el tema de la ópera Carmen, cuya Gala será dirigida por el Maestro Enrique Patrón de Rueda, el jueves 18 y domingo 21 de junio, en el Teatro Pablo de Villavicencio, a las 19:30 y 12:30 horas, respectivamente. Boletos en taquilla y en kynetick.com.
¿Disfruto la música de Bizet?