Movilidad sostenible, alerta navideña. Reducir homicidios culposos en 2023

OBSERVATORIO
    De cada vida sacrificada en las calles y carreteras deriva la moraleja para las autoridades, instituciones y sociedad en general que de alguna manera caemos en corresponsabilidad al no hacer ninguno la función que corresponde. Sobre todo, los gobiernos municipales se estancan en la postura de nadar de muertito al no asumir el compromiso que les corresponde los 365 días del año o en esta etapa festiva donde las ocho víctimas de homicidios culposos silenciaron los cánticos navideños e hicieron sonar las campanas por duelo.

    alexsicairos@hotmail.com

    Fiel al comportamiento registrado a lo largo del año, pero sobre todo guía de lo que deberá priorizar el gobierno de Rubén Rocha en el lustro siguiente, la celebración de la Navidad dejó un saldo de ocho personas fallecidas en accidentes de vialidad y así seguirá la estadística de homicidios culposos hasta que se establezcan políticas públicas al tamaño del problema que del 23 al 25 de diciembre dejó más muertes que las cinco que ocurrieron por la acción criminal que continúa preocupante, aunque de incidencia descendente.

    La violencia que se desplaza sobre ruedas reta insistentemente al aparato público a detenerla y quien quiera dominarla no necesita de enormes ejércitos militares y policiales sino de gran voluntad y sensibilidad frente al fenómeno cuya velocidad arrolló durante décadas a gobernantes indolentes que bien podrían ser acusados de negligencia criminal porque en este tipo de consecuencias sí pudieron actuar para evitarlas y no lo hicieron.

    Las víctimas letales de percances de vialidad podrían acercarse a 600 en 2022 e ir creciendo o descendiendo en lo sucesivo según sean las decisiones que se tomen en los gobiernos estatal y municipales que literalmente son atropellados por la realidad y se muestran tan perplejos como la ciudadanía que a diario presencia en el paisaje citadino esta otra fisonomía de la incivilidad. ¿Por qué no se les mete el acelerador a las adecuadas acciones de anticipación?

    Urge encontrar el eslabón perdido en la cadena de la inseguridad ahora que el número de inmolados por la delincuencia organizada registra descensos sostenidos. La emergencia hoy es más de tipo administrativo que de índole operativo pues se trata de disposición de recursos públicos suficientes para equipar a las ciudades de tecnología y vigilancia que reduzcan los accidentes de tránsito y obliguen a los usuarios de vehículos motorizados a que adopten la cultura de la prevención.

    De cada vida sacrificada en las calles y carreteras deriva la moraleja para las autoridades, instituciones y sociedad en general que de alguna manera caemos en corresponsabilidad al no hacer ninguno la función que corresponde. Sobre todo, los gobiernos municipales se estancan en la postura de nadar de muertito al no asumir el compromiso que les corresponde los 365 días del año o en esta etapa festiva donde las ocho víctimas de homicidios culposos silenciaron los cánticos navideños e hicieron sonar las campanas por duelo.

    Pero tampoco podrían ser más explícitas las señales para que Rubén Rocha Moya haga la labor que sus antecesores dejaron de hacer al normalizar la barbarie cotidiana y además comportarse como estatuas de piedra en los casos de homicidios culposos, ese monstruo que crece y lo atropella todo. Para el Mandatario de la Cuarta Transformación se presentan los apremios ineludibles de destinar mayores sumas económicas y esfuerzos gubernamentales, a partir de la convicción de que esto también es violencia que quita vidas, intimida la movilidad y desafía la ley.

    Sí se están haciendo esfuerzos, no hay que negarlo, sin embargo, tampoco debe ocultarse la insuficiencia de éstos. El programa de reparación de semáforos, con inversión de 18.5 millones de pesos representa apenas un primer paliativo, una aspirina, para la crisis neurálgica de la vialidad, y el Foro para la Movilidad Sostenible que se realizó en noviembre en Culiacán, cuya pertinencia es fundamental siempre y cuando se implementen los resolutivos que de allí emanaron.

    Falta echarle más ganas a La semaforización de nuevos cruceros, utilización del Centro Estatal de Comunicación, Cómputo, Control y Comando para el ordenamiento del tráfico vehicular más allá de reportar los congestionamientos viales, el mayor equipamiento con patrullas a la Policía de Tránsito, acudir a tecnología digital para vigilar y sancionar a choferes infractores, el enfoque preventivo y no el recaudatorio de la seguridad vial, el rediseño de los cursos de capacitación y autorizaciones a quienes solicitan licencias de conducir, así como a la más eficaz campaña de concientización para el manejo responsable de automóviles.

    La autenticidad de diciembre y de todos los días apremia a que el Gobierno del Estado impulse el mejor programa de prevención de accidentes de tránsito antes de que a Sinaloa se le tatúe también el estigma de jungla motorizada donde los pacíficos se impactan entre sí, esta vez con la tragedia sobre ruedas y no con la alevosía del plomo. Evitar que a la tierra de los once ríos ahora se le referencie como enorme solar baldío de ley.

    Así, tal como lo planteó Alejandra Leal Vallejo, coordinadora nacional de la Coalición Movilidad Segura, al exponer en el Foro para la Movilidad Sostenible que la clave está en el control de la velocidad porque “es muy diferente chocar a más de 100 kilómetros por hora, que hacerlo a una velocidad menor; y eso se logra no sólo a través de educación, sino que son importantes mejores diseños de calles para inducir a una conducta adecuada”.

    Reverso

    En la movilidad sostenible,

    Rocha debe ir adelante,

    Pues en Sinaloa, es visible,

    Que es él quien va al volante.

    Guillotina para dos

    A propósito de inminentes cambios en el Gabinete que el Gobernador Rubén Rocha Moya resolvió ayer con “pueden ser buenos y cambiarlos, o ser malos y no cambiarlos”, en la Semanera de cualquier forma puso a bailar en la cuerda floja a los Secretarios de Turismo, Luis Guillermo Benítez Torres, casi ya sentenciado a no empezar el 2023 como integrante del equipo rochista porque deberá responder sin el cargo por demandas penales en su contra, y el de Agricultura, José Jaime Montes Salas, que trae agenda propia desvinculada de la 4T en Sinaloa y quien, por ejemplo, en el tema de la desaparición del fondo de la Financiera Rural debiera tenerle caminos de solución y ni siquiera se había comunicado con el jefe del Poder Ejecutivo Estatal.