LUPA 1425 de Juan Ignacio González Íñigo.
6. Las mentiras que dicen los impostores, los estafadores y los políticos fanfarrones no son más que la cúspide de una pirámide de falsedades que ha caracterizado el comportamiento humano desde hace siglos. Resulta que mentir es algo en lo que la mayoría de nosotros somos muy hábiles. Mentimos con facilidad, en formas grandes y pequeñas, a extraños, compañeros de trabajo, amigos y seres queridos. Nuestra capacidad de deshonestidad es tan fundamental para nosotros como nuestra necesidad de confiar en los demás, lo que irónicamente nos hace terribles para detectar las mentiras. El engaño está entretejido en nuestro propio tejido, sería correcto decir que mentir es humano.
La ubicuidad (omnipresencia) de la mentira fue documentada por primera vez de forma sistemática por Bella DePaulo (PhD, Harvard, 1979), psicóloga social de la Universidad de California en Santa Bárbara, autora de varios libros.
7. Hace dos décadas, Bella DePaulo y sus colegas pidieron a 147 adultos que anotaran durante una semana todos los casos en los que intentaban engañar a alguien. Los investigadores descubrieron que los sujetos mentían de media una o dos veces al día. La mayoría de estas falsedades eran inocuas, y pretendían ocultar las propias insuficiencias o proteger los sentimientos de los demás. Algunas mentiras eran excusas: uno de los sujetos achacó el hecho de no haber sacado la basura a que no sabía dónde tenía que ir. Sin embargo, otras mentiras -como la afirmación de ser el hijo de un diplomático- tenían como objetivo presentar una imagen falsa. Aunque se trataba de transgresiones menores, un estudio posterior realizado por DePaulo y otros colegas con una muestra similar indicó que la mayoría de las personas han dicho, en algún momento, una o más “mentiras serias”: ocultar una aventura a su cónyuge, por ejemplo, o hacer afirmaciones falsas en una solicitud universitaria.
8. ¿Está bien mentir alguna vez? Una filósofa mira la mentira y el engaño en la vida pública y privada, en el gobierno, la medicina, la ley, la academia, el periodismo, en la familia y entre amigos. Mentir es un examen penetrante y reflexivo de uno de los aspectos más generalizados, pero poco discutidos de nuestra vida pública y privada. Comenzando con las preguntas morales planteadas sobre la mentira desde la antigüedad, Sissela Bok retomó las justificaciones ofrecidas para todo tipo de mentiras: mentiras blancas, mentiras a los enfermos y moribundos, mentiras de padres a hijos, mentiras a enemigos, mentiras para proteger a clientes y compañeros.
La sueca Sissela Bok -nacida Sissela Myrdal el 2 de diciembre de 1934, hoy con 86 años- es hija de dos Premios Nobel. DeGunnar Myrdal, que ganó el premio Nobel de Economía con Friedrich Hayek en 1974, y de Alva Myrdal que ganó el Premio Nobel de la Paz en 1982. Sissela recibió su B.A. y M.A. en psicología de la Universidad George Washington en 1957 y 1958, y su PhD. en filosofía de la Universidad de Harvard en 1970. Anteriormente era profesora de Filosofía en la Universidad de Brandeis, y es actualmente senior Visiting Fellow en el Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
9. Los investigadores especulan que la mentira como comportamiento surgió poco después de la aparición del lenguaje. La capacidad de manipular a los demás sin emplear la fuerza física probablemente confirió una ventaja en la competencia por los recursos y las parejas, similar a la evolución de las estrategias de engaño en el reino animal, como el camuflaje. “Mentir es muy fácil en comparación con otras formas de obtener poder, señala Sissela Bok, una especialista en ética y moral de la Universidad de Harvard que es una de las pensadoras más destacadas sobre el tema. “Es mucho más fácil mentir para conseguir el dinero o la riqueza de alguien que pegarle en la cabeza o robar un banco”.