En la semana que se celebra el Día del Maestro, además de reconocer su esfuerzo y compromiso, merece la pena resaltar el importante rol que juegan las y los profesores al ser el principal actor en impulsar y promover el derecho a aprender de las niñas, niños y jóvenes en México. Por esta razón, desde su creación en 2019, la Coalición Latinoamericana por la Excelencia Docente ha establecido cuatro pilares fundamentales: 1) Mejora de la formación inicial docente; 2) Fortalecimiento del liderazgo escolar; 3) Promoción del desarrollo profesional continuo; y 4) Garantía de condiciones laborales adecuadas para la profesionalización docente. En este sentido, es fundamental reflexionar cuáles son las condiciones en las que laboran los maestros sobre estos pilares y qué es lo que hace el Estado para la consecución de los mismos.
En cuanto a sus condiciones laborales, de acuerdo con Data México de la Secretaría de Economía, al cierre del cuarto trimestre del 2023, a nivel nacional un docente de educación preescolar obtiene en promedio un salario de 6 mil 910 pesos; en primaria de 7 mil 460; y en secundaria de 7 mil 330 pesos mensuales.
En este aspecto, en Sinaloa hay algunos datos económicos contrastantes a destacar en cuanto a la profesión docente según el nivel educativo donde se desempeñan. Por un lado, en esta entidad el salario promedio es considerablemente más elevado para las y los maestros de educación primaria (12 mil 100 pesos) y secundaria (12 mil 200), ubicándose en la posición 1 y 2, respectivamente, en comparación con el resto del país. Sin embargo, en el caso de quienes se desempeñan en preescolar, éstos cuentan con un salario promedio de 5 mil 350 pesos, el cual no sólo se encuentra por debajo de la media nacional, sino que también Sinaloa cuenta con la mayor tasa de informalidad (40.6 por ciento) en el País de los profesores de enseñanza preescolar.
En el caso de la formación continua para las y los docentes, tanto en México como en Sinaloa se cuenta con un gasto que, a todas luces, es insuficiente para darle frente a los grandes retos educativos que vive el país. De acuerdo con el presupuesto de egresos de la federación y del estado, y considerando el número de maestros en educación básica, México y Sinaloa destinan escasos 96 y 93 pesos, respectivamente, para el desarrollo profesional de cada maestro al año.
Y, por último, en cuanto a la formación inicial, las cuatro escuelas formadoras de docentes que hay en Sinaloa (ENS, ENEES, ENEF y UPES), aumentaron en menos de 3 por ciento su presupuesto nominal en 2024 respecto al año anterior, por lo que en todos los casos se vieron afectadas por los efectos inflacionarios y, por lo tanto, sufriendo reducciones en sus recursos económicos en términos reales.
Por lo antes expuesto, es evidente que las condiciones en las que laboran las y los maestros están lejos de ser las mejores. Es imprescindible revalorizarlos no sólo en el discurso, sino también con un presupuesto adecuado para su formación inicial y continua, garantizando que cuenten con las herramientas y conocimientos necesarios para brindar una educación de calidad, así como incentivos para mejorar sus condiciones laborales.
Por ello, desde la red de Mexicanos Primero, hacemos un llamado a todas las candidaturas y a las autoridades educativas, en sus distintos niveles, a priorizar el desarrollo de una docencia de excelencia como un elemento fundamental en la agenda educativa nacional, y se trabaje de manera conjunta para asegurar un presente y futuro mejor para las niñas, niños y jóvenes de México.