La burda comparecencia de 'El Químico'
Senda de justicia o tapete de impunidad
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Tal vez el Secretario de Turismo, Luis Guillermo Benítez Torres, ya no esté en el cargo cuando el 25 de enero deba comparecer ante el Congreso del Estado para la glosa del primer informe de labores del Gobernador Rubén Rocha Moya, porque la Fiscalía General de Sinaloa tiene lista la solicitud para que “El Químico” sea separado de la función pública y enfrente acusaciones por desempeño irregular del gobierno en que incurrió como Alcalde de Mazatlán. No hay manera de un segundo salvamento, a menos que sea el del disimulo como sanción.
La alfombra de impunidad sobre la cual ha transitado durante casi tres meses, la cual ha utilizado para seducir a empresarios del sector turismo y actúen en su defensa al plantearse como experto y defensor de la industria sin chimeneas, se le extendió demasiado pero ese mismo tapete de intocabilidad en el que desfila con más penas que glorias le ha salido caro, en costo político y en materia de desdén a la ley, a Rubén Rocha.
Además, la opinión pública necesita de nuevos insumos noticiosos para remontar poco a poco el tema de los sucesos violentos que vivieron Culiacán y otros municipios el 5 de enero, y la destitución de Benítez parece ser la única “caja china” a la mano. Por cierto, la presentación al Congreso de la petición de desafuero fue planeada para operarse los primeros días de este mes, sin embargo, el “Culiacanazo 2.0” llevó a cambiar de planes.
El Gobernador ha reiterado que en cuanto la Fiscalía presente acusaciones formales contra el ex Presidente Municipal de Mazatlán, él procederá a darlo de baja en la Secretaría de Turismo, lo que de ser así evitará que la 64 Legislatura arme el lento trámite de declaración de procedencia de la remoción. Y en todas las denuncias, no se diga en el caso Azteca Lighting donde comprometió 400 millones de pesos de recursos públicos para la compra opaca de luminarias, existen elementos para elevar las querellas al ámbito judicial.
Si Benítez Torres llegara ileso al día de la comparecencia constituiría el agravamiento de la burla a la institución parlamentaria y los sinaloenses en general. Carece de aptitud moral para pararse en tan alta tribuna a hablar de la situación que guarda la administración pública estatal, circunstancia muy distinta a la de los colaboradores de Rocha Moya que ya han ido o irán a rendir cuentas ante el Legislativo. Claro que sin la correspondiente imputación del Ministerio Público no hay impedimento a que comparezca, aunque resalte la nula credibilidad en lo que el desprestigiado compareciente pueda decir.
Hasta el momento los funcionarios estatales que han acudido al llamado del Congreso han salido bien librados, sobre todo María Teresa Guerra, Secretaria de la Mujer, a quien los diputados de las tres principales bancadas, las de los partidos Movimiento Regeneración Nacional, Revolucionario Institucional, y Sinaloense le reconocieron presentar buenos resultados en el primer año del sexenio que preside Rubén Rocha. Hasta la asambleísta priista, Gloria Himelda Félix, encomió que junto con la Semujeres el Congreso ha trabajado de manera coordinada en generar las herramientas necesarias y actualización de los marcos jurídicos federales e internacionales.
También hay que ponerle atención a lo que expuso el Presidente de la Junta de Coordinación Política, Feliciano Castro Meléndrez, al abrir la ronda de glosa del informe del Gobernador. “A la gente le asiste el derecho de saber cómo se ejerce el dinero y cómo se ejerce el gobierno, con la premisa de que el dinero le sirva a la gente”, dijo y enseguida reforzó: “transparentar el ejercicio de gobierno es condición de un ejercicio democrático”.
Bajo esta premisa del Poder Legislativo, ¿a qué iría Benítez Torres al Congreso el 25 de enero? ¿Estaría hablando de buenos resultados teniendo encima el nubarrón negro de su desempeño como Alcalde de Mazatlán? ¿Le creerá la sociedad sinaloense una buena labor como Secretario de Turismo sin saldar las deudas que tiene con la transparencia, rendición de cuentas y ejercicio honesta de la función de gobierno? ¿Está dispuesto el Gobernador Rocha a seguir soportando todo el peso de una carga política que le corresponde llevar solamente a “El Químico”?
No debe ser la losa encima de un gobernante la actitud de aceptarlo todo, soportarlo todo. Al contrario, sí es su responsabilidad gestionar que quien viole la ley, haga mal uso de cargos asignados por mandato popular y pisotee la Constitución que juró cumplir, pague las correspondientes consecuencias jurídicas y políticas. Y por si faltaran argumentos para llevar a sus últimos términos las denuncias contra Benítez Torres, agréguese el cumplimiento de la triada “no mentir, no robar, no traicionar” que el actual y próximo año será sometida al escrutinio electoral.
Además, Sinaloa no necesita del disparate de la impunidad en momentos de gran dificultad por la áspera lija de la violencia que insiste en raspar a las instituciones con fines de quitar la delgada capa de la gobernabilidad. Solamente la superioridad de la ley contra cualquier modo de delincuencia ayudará a recuperar la paz después del bestial ataque que ésta sufrió en el amanecer del primer jueves del año 2023. Toda la justicia que se deba impartir, es petición unánime.
El Parlamento desvanece,
Si intencionalmente accede,
A que aquel que comparece,
Violenta la justicia, adrede.
Para dar una idea del manejo discrecional del Impuesto Sobre Servicios de Hospedaje, Revista Espejo realizó una investigación que da cuenta que en 2017 la Secretaría de Turismo estatal gastó 1.4 millones de pesos para agasajar al elenco de Televisa que grabó en Mazatlán la novela “Las Hijas de la Luna”, y en 2018 se dispuso de 800 mil pesos del mismo gravamen al rentar en exclusiva un restaurante, con un costo de 800 mil pesos, en atender un ajuste de agenda del entonces Presidente Enrique Peña Nieto cuando vino a inaugurar el Tianguis Turístico en Mazatlán.