Hasta que truenen

EN TRIBUNALES
    david@bufetealvarez.com

    Con el desorden en el desarrollo urbano provocado por la construcción indiscriminada de torres de departamentos viene de la mano un desorden en los servicios públicos.

    Cada vez es más difícil para el Ayuntamiento prestar los servicios básicos como aseo y limpia, agua potable y drenaje.

    Y en cuanto a vialidades, ni se diga, a ciertas horas es un hecho notorio los graves embotellamientos que ya se están dando día con día.

    Como lo reconoció el actual Alcalde, antes de su salida, “El Químico” soltó más o menos setenta permisos para construir torres de departamentos que se presumen irregulares.

    En mi experiencia, al menos el 80 por ciento de todos los permisos de construcción para torres de departamentos expedidos desde la administración de Felton hasta la administración de “El Químico”, son irregulares.

    Construir torres de departamentos a lo loco genera fallas en los servicios públicos que ya no pueden soportar más usuarios.

    El problema generado por la construcción de torres de departamentos impacta el medio ambiente y el derecho a la ciudad.

    El problema se puede barrer bajo la alfombra y no hacer nada para remediarlo o se puede atacar de frente con firmeza y honestidad.

    Para empezar, el Ayuntamiento debe dejar de otorgar permisos de construcción que no respeten las normas legales correspondientes.

    Y por otro lado el Ayuntamiento debe llevar a cabo visitas de inspección focalizadas en las áreas donde mayor impacto han generado las torres de departamentos, para revisar si los permisos se otorgaron legalmente y para revisar si los desarrolladores cumplieron los requisitos legales.

    Realmente no necesitan revisar mucho, con que le pongan atención al número mínimo de cajones de estacionamiento, al Coeficiente de Ocupación del Suelo (COS) y al Coeficiente de Utilización del Suelo (CUS) basta para descubrir que al menos el 90 por ciento de las torres de departamentos ya construidas y en proceso de construcción no cumplen esos requisitos legales.

    Si bien el Ayuntamiento no tiene empleados suficientes para revisar todos los permisos otorgados en las administraciones de “El Químico”, sí puede llevar a cabo inspecciones enfocadas en zonas específicas.

    Por ejemplo, pueden revisar una o dos torres de departamentos construidas en Gaviotas, El Dorado, Sábalo Country, Lomas de Mazatlán y la colonia Ferrocarrilera, sancionar a quienes deban sancionar y de ahí seguirle.

    No se puede permitir que se sigan construyendo torres de departamentos a lo loco hasta que los servicios truenen.

    El daño a la ciudad ya es grave y puede ponerse peor si el Ayuntamiento no pone orden. Los ciudadanos pagaremos caro que se esté permitiendo construir fuera de la ley, pues los daños provocados generalmente son irreversibles.

    El barco ya está haciendo agua, lo primero es evitar que entre más agua (dejar de entregar permisos de construcción) y lo segundo es sacar el agua que ya entró (inspecciones enfocadas). Más vale tarde que nunca y el Alcalde tiene la oportunidad de evitar daños mayores.