¿El futuro que imaginabas en tu infancia, es el que estás dejando a las nuevas generaciones?

Atarraya
04/05/2024
    El cambio climático, la contaminación plástica, la sobreexplotación de recursos naturales, la escasez de agua y las ya cotidianas contingencias ambientales son amenazas que ponen en riesgo la vida de todos los seres vivos que habitamos en este planeta.

    Cuando era niño, una de las ideas con las que más fantaseaba era el futuro.

    Soñaba con robots parlantes que eran mis amigos; con subirme a una nave voladora y pasear por el espacio, entre los planetas y las estrellas, e incluso, con que en esa misma nave podía viajar por el tiempo. A veces revisitaba el pasado, y en otras ocasiones, futuros más lejanos, donde los humanos compartíamos hogar con cientos de especies alienígenas.

    Básicamente, me encantaba todo lo que veía en series y películas como los Supersónicos, Volver al Futuro y La Guerra de las Galaxias.

    Sin embargo, un día, la idea del futuro dejó de ser tan maravillosa y se volvió inquietante e incierta. En el presente hay emergencias que debemos de atender con urgencia si queremos la promesa, la esperanza, de un mañana.

    El cambio climático, la contaminación plástica, la sobreexplotación de recursos naturales, la escasez de agua y las ya cotidianas contingencias ambientales son amenazas que ponen en riesgo la vida de todos los seres vivos que habitamos en este planeta.

    Actualmente, no dejamos de escuchar o leer en los medios titulares del tipo “el día o mes más caliente desde hace 100 o más años”. Este no es la excepción. Hoy enfrentamos graves sequías en todo el país. En la Ciudad de México, por ejemplo, el sistema Cutzamala, que aporta el 18 por ciento del agua potable de la ciudad, está a 38.5 por ciento de su capacidad, cuando el año pasado estuvo a 52.21 por ciento, advierte la especialista en educación ambiental por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gabriela Jiménez Casas (Tomado de ¿Hay un día cero?).

    La contaminación plástica perjudica a nuestro medio ambiente y es responsable de la muerte de más de un millón de animales marinos al año. También afecta a nuestra salud.

    Cada semana respiramos 5 gramos de microplásticos, lo que equivale al tamaño de una tarjeta de crédito. De igual modo, ingerimos plásticos, ya que en uno de cada cinco pescados capturados para consumo humano se ha encontrado este material.

    Hay plásticos en los océanos, en el aire, en nuestros alimentos, en el agua que bebemos, en la placenta, en la leche materna, en pulmones y en nuestra sangre.

    Ante estas problemáticas, el futuro se ve aterrador. Afortunadamente, aún hay esperanzas de salvar nuestro planeta y la vida de todos los seres que lo habitamos.

    El explorador francés Jacques Cousteau dijo “la salvación del mundo está en los mares”, y es verdad, porque los océanos tienen la capacidad para regular el clima del planeta al absorber grandes cantidades de dióxido de carbono, acción que ayuda a reducir los niveles de gases de efecto invernadero y a mitigar el calentamiento global.

    Por eso, desde Oceana hicimos unas propuestas de acción para combatir la crisis climática a las aspirantes a la presidencia, que incluyen puntos como proteger hábitats y ecosistemas marinos, combatir la pesca ilegal y la contaminación plástica.

    Es fundamental que el Estado Mexicano tome acciones, y que la próxima administración ponga como prioridad atender estas problemáticas.

    Actuemos para que el futuro, otra vez, sea una fantasía brillante, con un planeta con océanos sanos y abundantes. Dejemos a las niñas y a los niños el futuro con el que soñábamos en nuestras infancias.

    El autor es Guillermo Pérez, especialista de comunicación de Oceana en México (@OceanaMexico).

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    @oceanamexico