Dos novelas, un Acuario, y el boom turístico de Monterey, California
Monterey es una pequeña ciudad de aproximadamente 31,000 habitantes, ubicada en el extremo sur de la bahía del mismo nombre, situada en la costa central de California. Recibe unos 4 millones de turistas al año.
Cannery Row (1945) y su saga Dulce Jueves (1954); su autor, el premio Nobel de literatura 1962, John Steinbeck.
La trama de estas obras se desarrolla en el puerto de Monterey, California, antes y al final de la Segunda Guerra Mundial y tiene como fondo la industria sardinera. John Steinbeck relata las tribulaciones existenciales de un científico empeñado en terminar y publicar una investigación sobre invertebrados marinos titulada: “Síntomas observados en algunos cefalópodos que se aproximan a la apoplejía”, trabajo que no recibe subsidio por ser el “Doc” (así llama el escritor al biólogo), un tipo independiente y bohemio que se sostiene y vive en un pequeño laboratorio marino de su propiedad, ubicado en la calle Cannery Row, frente al burdel más grande y respetado de Monterey.
Steinbeck no tuvo que inventar mucho. La frontera entre la ficción y la realidad en las dos novelas mencionadas es muy tenue. En su juventud, tuvo la oportunidad de conocer en Monterey, California, a un brillante biólogo marino en plena producción, Edward F. Ricketts, quien operaba un pequeño laboratorio de su propiedad, que se sostenía como negocio con la venta de materiales biológicos que colectaba en el mar y procesaba en el laboratorio. En 1940, Steinbeck y Ricketts, se asociaron para fletar un barco pesquero, el “Western Flyer”, con el objetivo primordial de explorar el Golfo de California, para conocer la distribución y características ecológicas de los invertebrados que habitan la zona de mareas del Golfo. Como resultado publicaron un excelente diario de la expedición: Sea of Cortez. A leisurely journal of travel and research (1941). Posteriormente Steinbeck publicó la porción narrativa de este trabajo con el título: The log from the Sea of Cortez (1951). En la primera parte del libro presenta una semblanza de Ricketts, quien murió accidentalmente en Monterey, California, en abril de 1948. La versión en español de esta obra fue publicada por el editor Luis de Caralt en 1968 con el título: Por el Mar de Cortés; libro que debe ser una lectura recomendable para los jóvenes interesados en el estudio de las ciencias del mar.
Cannery Row es el barrio en que transcurre la novela del mismo nombre y donde prácticamente se encuentra todo su universo: el laboratorio-casa del biólogo, el prostíbulo, las empacadoras de sardinas, la casa de los vagabundos, la tienda del chino, etc. La calle en realidad se llamaba oficialmente Ocean View Avenue, pero Steinbeck en su ficción lo llamó Cannery Row. Debido al interés que despertó la novela, que también fue hecha película en 1982, y al éxito de John Steinbeck como escritor, el nombre de la calle quedó oficializado como Cannery Row desde 1958.
turístico
El declive de las capturas de sardina en las costas de California, a fines de la década de los años 40s del siglo pasado, originó que la producción de las empacadoras de sardinas disminuyera drásticamente afectando la economía de los puertos sardineros, entre ellos Monterey, uno de los más importantes de esa época. Las enlatadoras de Cannery Row fueron cerrando en los años siguientes pero sus edificios se conservaron. Años después, las antiguas empacadoras de sardinas se reconvirtieron en soportes turísticos al albergar bares, tiendas, hoteles y hasta el gran Acuario de la bahía de Monterey.
En la actualidad el paseo costero de Cannery Row es la principal atracción turística de Monterey, por sus restaurantes, hoteles, tiendas de regalos y souvenirs, muelles pesqueros, y sobretodo por uno de los Acuarios más completos del Pacífico Americano: el Acuario de la bahía de Monterrey, en cuyo costado se conserva como reliquia el famoso laboratorio de Ed Ricketts “el Doc”.
Probablemente John Steinbeck nunca imaginó que la magia que plasmó en su Cannery Row iba ser uno de los mecanismos de inspiración para la reconversión de Monterey de puerto sardinero a puerto turístico: supliendo la falta de pescado para las empacadoras por turistas que utilizan recreativamente sus instalaciones reformadas.
Atentamente
Ramón Peraza Vizcarra