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CULIACÁN (NTX/UNIV)._ Desde la misma noche del jueves era ya un rumor, ayer todo el día se ventiló como información extraoficial y hasta casi la medianoche la PGR lo confirmó: es la presunta muerte de un hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán.

Como Édgar Guzmán López, de 22 años, fue identificado por sus familiares uno de los jóvenes que el jueves en la noche cayó muerto en el enfrentamiento a balazos en el estacionamiento de un centro comercial del Desarrollo Urbano Tres Ríos, según información proporcionada por la Procuraduría General de la República.

Según versiones de la agencia Notimex, el periódico El Universal, El Reforma y el Noticiero de Televisa, la PGR confirmó que el hijo de "El Chapo" murió en el lugar de los hechos, donde hubo otros dos muertos.

El diario El Universal señaló que el cadáver de Guzmán López fue identificado por su pareja, Frida Muñoz Román, culiacanense de 20 años y
estudiante de segundo grado de la Licenciatura en Administración de Empresas en la UAS, donde supuestamente también estudiaba el fallecido.

La mujer dijo que el joven, con quien procreó una niña, es hijo de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera y Griselda López Pérez.

También manifestó que en los hechos murió un primo de su pareja, César Ariel Loera Guzmán.

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La agencia Notimex también informó que la PGR estableció que el fallecido sería hijo de "El Chapo" cuyo nombre era Édgar Guzmán Beltrán, e informó que en el enfrentamiento también murieron un tío y un primo de él, cuyos nombres no han sido dados a conocer, pero que fueron identificados por sus familiares.

El otro que murió en el hospital después del atentado sería Arturo Meza Cázares, supuesto dueño del antro Bilbao e hijo de Blanca Margarita Cázares Salazar, alias "La Emperatriz", quien ha sido señalada por el Gobierno de Estados Unidos como la cabeza de una red de lavado de dinero producto del narcotráfico del Cártel de "El Chapo" y de Ismael "El Mayo" Zambada.

Sin embargo, el único nombre confirmado por el vocero de la Procuraduría General de Justicia en el Estado como uno de los ejecutados es el de Eduardo Antonio Cázares, de 27 años.

Ayer, durante todo el día, las instalaciones del Servicio Médico Forense, a donde fueron llevados los cadáveres, estuvieron fuertemente resguardadas por
policías federales y elementos del Ejército Mexicano.

La noche del jueves, un comando que viajaba en cinco camionetas realizó más de 500 disparos, además de utilizar lo que sería una bazuca, en el área de estacionamiento del City Club.

El reporte de ese ataque armado reveló que tres hombres fueron masacrados en el estacionamiento de un centro comercial del Desarrollo Urbano Tres Ríos, en donde se utilizaron fusiles de asalto AK-47 y una bazuca que impactó en un letrero de la pared del inmueble, lo que provocó pánico entre las personas que se encontraban en esos momentos en el área.

Dos de las víctimas, hasta el momento sin identificar, quedaron en el piso en medio de dos unidades vehiculares, mientras que el tercero falleció en un hospital privado de esta ciudad, a donde fue trasladado de urgencia, confirmaron las autoridades.

Un cuarto individuo logró salvar la vida al escapar de la "lluvia de plomo", pero al parecer iba herido debido a que se encontraron rastros de sangre, manifestaron policías y testigos del hecho.

Cerca de uno de los cadáveres, se localizó una pistola FN Herstal calibre 5.7X28mm, conocidas como "matapolicías".

El ataque se registró a las 20:50 horas en el estacionamiento del City Club, ubicado en bulevar Universitarios, casi esquina con bulevar Enrique Sánchez Alonso.

Según testigos, los agredidos se encontraban platicando en el estacionamiento del centro comercial cuando sobre el bulevar Universitarios arribó un comando armado conformado por al menos 20 gatilleros que viajaba en cinco camionetas, las cuales quedaron entre sí a ocho metros de distancia.

De los vehículos descendieron al menos 20 sicarios portando chalecos y armas largas e inmediatamente se escuchó un fuerte estallido y se observó una bola de fuego en un anuncio que se encuentra en la pared superior del centro comercial. Se trataba de un bazucazo.

Segundos después, el lugar se convirtió en una zona de guerra en la cual se dispararon más de 500 balas que mataron al instante a dos de los cuatro jóvenes, mientras que otro quedó malherido y uno más corrió hacia la tienda para protegerse, a quien los gatilleros le dispararon en repetidas ocasiones, dañando al menos 23 vehículos estacionados y las cortinas del centro llantero de esa empresa.

En su huida el joven quedó herido y dejó rastros de sangre. Hasta el momento no se sabe nada de su paradero.

Los sicarios abordaron los vehículos y huyeron a toda velocidad, sin que lograran ser detectados por los cuerpos de seguridad.

Una mujer que cargaba un niño y se dirigía a su vehículo después de hacer varias compras, quedó en medio de la balacera, al igual que varios clientes que se disponían a arrancar sus unidades.

Los cuerpos de seguridad acordonaron la zona y los peritos recogieron más de 500 casquillos.

Estos sucesos y las 8 ejecuciones de ayer, se suman a la ola de violencia que azota en Culiacán desde el pasado 30 de abril, producto supuestamente de una lucha entre organizaciones criminales vinculadas al narcotráfico y que ha arrojado en estos días decenas de muertos.

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