En 1989, mandos de Labastida fueron acusados de proteger a Félix Gallardo; me fallaron los informadores’, dijo
En abril de 1989, fue detenido en México uno de los hombres más buscados por Estados Unidos y el Gobierno mexicano: Miguel Ángel Félix Gallardo, el fundador de una de las organizaciones más poderosas del tráfico de drogas, la de Sinaloa.
Vivía en Guadalajara, lugar donde dio orden a las organizaciones criminales de México y lugar donde fue detenido por la entonces Policía Judicial Federal.
Pero su detención tuvo un impacto en la vida política de Sinaloa, donde varios funcionarios estatales, vinculados con la seguridad, también fueron detenidos acusados de dar protección al capo del narcotráfico, como quedó consignado en las páginas de Noroeste en su momento.
Han pasado 33 años de esos hechos y ahora, Francisco Labastida Ochoa acusa al Gobierno de México, que preside Andrés Manuel López Obrador, de dar protección al Cártel de Sinaloa.
Reconoce que no tiene pruebas, pero dice que hay indicios para pensar que así ha estado ocurriendo, como las visitas que ha hecho el Presidente a Badiraguato.
Y ¿cómo es que estos dos momentos, con 33 años de diferencia, se enlazan? En 1989, quien gobernaba Sinaloa era precisamente Labastida Ochoa, y a su alrededor, entonces, había funcionarios que fueron detenidos y acusados de servir a la delincuencia organizada.
Con la detención de Félix Gallardo, vino la detención de Arturo Moreno Espinoza, quien fue jefe de la Policía Judicial del Estado, de Enrique Corza Marín, subdelegado de la Campaña contra el Narcotráfico, y Robespierre Lizárraga Coronel, ex jefe de la Policía Municipal de Culiacán.
Además, también se señaló a Fernando García Félix, coordinador del Plan Estatal de Seguridad Pública de Sinaloa, quien se mantuvo prófugo durante los operativos.
Los detenidos fueron acusados de protección y colusión e información al narcotraficante Félix Gallardo, el más relevante y buscado del País.
Y en ese momento, cuando quien gobernaba a Sinaloa afirmó que tras la detención de varios integrantes de su equipo de seguridad, “le habían fallado sus informantes”, prometiendo que vigilarían más la actuación de sus funcionarios.