"El Sauz: Una base vacía y una policía insuficiente"

"Pese a las condiciones de inseguridad en la entidad y a tener una flamante base militar, Sinaloa no cuenta con el estado de fuerza suficiente para enfrentar al poderoso cártel de la entidad"
09/08/2020

Noroeste / InnDaga

SEGUNDA DE TRES PARTES

El 27 de noviembre de 2018, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel y el entonces Presidente de México, Enrique Peña Nieto, develaron la placa inaugural de la base militar de “El Sauz”, en el municipio de Culiacán.

La moderna base costó 800 millones de pesos de recursos del Estado y está construida sobre una superficie de 100 hectáreas. Durante la inauguración, el Gobernador Ordaz Coppel declaró: “...este complejo militar que albergará a 3 mil 500 familias de policías militares es un gran legado para nuestro estado".

 

Entregan Peña Nieto y Quirino base militar El Sauz

 

Meses antes, al entregar la carretera que conecta a la base con la capital del estado, el Gobernador Quirino Ordaz declaró:

Hoy Sinaloa está en el lugar 26, es fácil decirlo pero es difícil hacerlo, cuando inició mi administración estábamos en los primeros cinco lugares donde más inseguridad, donde más problemas de violencia se daban”, dijo.

La carretera comprende 4.5 kilómetros de cuatro carriles y también se construyeron 9 kilómetros de 9 metros de ancho, siendo una inversión total de 103 millones de pesos, según información de la Secretaría de Obras Públicas.

 

Presume Quirino disminución de delitos en Sinaloa

La base ha sido uno de los argumentos más repetidos del actual Gobierno de Sinaloa para explicar su estrategia de seguridad.

El 17 de octubre, día del “Culiacanazo”, ese argumento estuvo ausente, mientras los criminales sitiaban Culiacán los militares de “El Sauz” no estaban.

 

 

 

Los militares no estaban

En una tarde para olvidar, el 17 de octubre de 2019, por más de tres horas, el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional fueron superados en número y táctica por el crimen organizado en el sector Tres Ríos y diversos puntos del estado. ¿Dónde estaban los elementos de la base de “El Sauz”?, ¿por qué no apoyaron?

En su análisis del operativo fallido para capturar a Ovidio Guzmán López en Culiacán, la Comisión de Seguridad Pública del Congreso del Estado criticó que los elementos del complejo militar El Sauz se encontraban en otros estados dejando descubierto a Sinaloa, a pesar de ser el Estado quien paga la manutención de los 3 mil 500 soldados que allí viven y la de sus familias.

“No estuvieron el día de los lamentables hechos del Jueves Negro; estaban en otras ciudades: 3 mil 500 soldados que se encontraban en El Sauz no están en Sinaloa, es una base para sacarlos a diferentes ciudades del norte, cuando nosotros pagamos y construimos esa base militar”, criticó el diputado Mario Rafael González Sánchez, presidente de la comisión mencionada. 

Militares dejaron descubierto a Culiacán durante el jueves negro: Diputado

Datos oficiales revelan que Sinaloa tiene asignados mil 788 elementos de la Guardia Nacional distribuidos en los municipios de El Fuerte, Ahome, Guasave, Salvador Alvarado, Culiacán, Navolato y Mazatlán.

El 17 de octubre se vio poco de todos los elementos y del poderío que presumió el Ejército el 29 de noviembre del 2018 cuando desfilaron por la Avenida Álvaro Obregón en Culiacán como parte de la bienvenida que organizó el Estado por su llegada.

Entonces, el Ejército desplegó en pleno centro de Culiacán aeronaves, tanquetas, binomios caninos, vehículos y distintos contingentes de cientos y cientos de militares que estaría albergados en la base El Sauz. 

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Cristóbal Castañeda Camarillo, Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, informó que solamente las fuerzas armadas saben el número exacto de elementos militares que había en Culiacán al momento de los bloqueos y ataques armados. Sin embargo, destacó que muchos fueron reasignados en otras regiones y otros están en pleno proceso administrativo para enlistarse en la Guardia Nacional.  

Por información oficial tenemos la certeza de que en la Novena Zona Militar había 50 elementos militares, según el reporte de la Secretaría de Defensa Nacional que ventiló en la conferencia matutina del 30 de octubre en la Ciudad de México.

Un día después del “Culiacanazo”, la Sedena mandó a Culiacán un primer grupo de 230 elementos entre los que destacaron integrantes de grupos de élite como los Gafes. Durante el primer fin de semana después del Jueves Negro continuaron llegando soldados para blindar la ciudad.

Llegan 230 elementos de la Sedena a Culiacán

Desde el primer instante que estuvieron en Culiacán, se dedicaron a recorrer las calles de la ciudad en coordinación con las policías locales.

El domingo 21 de octubre fue el último arribo de militares a la ciudad. Llegaron a la Novena Zona Militar donde fueron recibidos por Carlos Ramón Carrillo del Villar, Comandante de la Tercera Región Militar. Ahí informó el mando militar que trabajarían en coordinación con las policías locales.

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Con el regreso de los militares a la ciudad, se reactivaron los anillos de seguridad en las principales entradas y salidas de Culiacán, estrategia que había sido implementada por mucho tiempo, sin embargo, se había relajado y para el 17 de octubre ya ninguno estaba operando. 

Tras ataque a Culiacán, reactivan anillo de militares y policías en seis salidas de la ciudad

 

 

Una policía insuficiente

Tras el fracaso del operativo en Culiacán, otra pregunta queda en el aire: ¿y la Policía?

Mientras los criminales disparaban, bloqueaban calles y despojaban vehículos; mientras la gente se resguardaba en supermercados, plazas comerciales y restaurantes; mientras el Ejército daba la batalla y era atacado, ¿dónde estuvieron la Policía estatal y municipal para defender el territorio cuya obligación es proteger?

 

 

 

El estado de fuerza

Se denomina coloquialmente como “estado de fuerza” a la cantidad de elementos que el Estado tiene para proteger y defender a la población de un territorio determinado. Históricamente Sinaloa nunca ha contado con la cantidad necesaria de policías para garantizar la seguridad de sus ciudadanos y los números lo demuestran.

De acuerdo con datos del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP) actualizados a septiembre de 2019, el estado de fuerza del estado de Sinaloa es de apenas 9 mil 577 elementos. De los cuales 6 mil 246 son policía operativa: 4 mil 982 pertenecen a las policías municipales, 531 a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), y 730 a la Policía Estatal Preventiva (PEP).

El resto se encuentra agrupado en la Dirección de Servicios de Protección (DSP), encargada de brindar servicios de seguridad a particulares, con 723 elementos; 713 elementos están adscritos a los Cecjudes de Ahome, Culiacán y Mazatlán y 96 elementos asignados al Centro de Internamiento para Adolescentes (CIPA).

La Fiscalía General del Estado (FGE) cuenta con mil 802 elementos agrupados en la Policía Ministerial (PME).

En total, durante el gobierno de Quirino Ordaz Coppel el estado de fuerza de Sinaloa ha registrado un incremento de 23 por ciento de junio de 2018 a septiembre de 2019, pero en cuanto a policía operativa el incremento ha sido menor: 18.8 por ciento, mientras que en el resto de las áreas se ha incrementado en 31.5 por ciento.

 

De acuerdo con la ONU, el promedio estándar deseable es de 300 policías por cada 100 mil habitantes, por lo que Sinaloa, con una población de 2 millones 966 mil 321 habitantes debería contar con un mínimo de 9 mil policías operativos.

Tan solo en Culiacán, con casi 800 mil habitantes, necesita en activo y de manera permanente 2 mil 400 policías para cumplir la métrica deseable, y según datos del CESP, contaba a junio de 2018 con apenas 884 efectivos de Policía y 389 agentes de Tránsito para un total de mil 273 elementos. Apenas un tercio de los necesarios.

 

 

 

La operación policial

Es importante considerar la operación policial, pues la Policía labora en turnos de 12 horas laboradas por 24 horas de descanso y según la Coordinación General del CESP, aproximadamente el 60 por ciento de la Policía se concentra en Culiacán y el 40 por ciento restante en otros municipios del estado, principalmente en Ahome y Mazatlán.

Es decir, el estado de fuerza real que pudo apoyar a los efectivos militares el 17 de octubre era de aproximadamente 200 elementos municipales de Culiacán y menos de 155 elementos de la Policía Estatal.

Al respecto y de acuerdo con una declaración del Secretario de Seguridad Pública del Estado, Cristobal Castañeda Camarillo, el 17 de octubre en Culiacán solo se encontraban 120 elementos en activo.

El miércoles 6 de noviembre el agente Eduardo “N” de 32 años, fue asesinado por dos sicarios que lo acribillaron en el estacionamiento de una plaza comercial al sur de Culiacán.

Inicialmente se especuló que había sido de los elementos que participaron para repeler la agresión durante el Jueves Negro, y que esto habría sido consecuencia de la represión de la SSP al crimen organizado ese día, sin embargo, esta información fue desmentida desde la Secretaría.

 

 

Elemento de la Policía Estatal asesinado no participó en operativo del 17 de octubre: SSP Sinaloa

 

 

El problema del presupuesto

Completar el estado de fuerza necesario en Sinaloa para cumplir con el estándar de la ONU implicaría formar y contratar al menos a 5 mil policías adicionales. Todo un reto para el presupuesto del Estado, pues un Policía estatal gana un mínimo de 11 mil 056 pesos en total y puede alcanzar un máximo, como Policía Primero, de 29 mil 004 pesos.

Considerando solamente el salario mínimo, habría que invertir más de 55 millones de pesos mensuales y un total de 663.36 millones de pesos anuales; además de la inversión en equipamiento, vehículos, armamento y capacitación. Una cifra por debajo de la inversión realizada en la base militar de “El Sauz”, por ejemplo.

 

En materia de seguridad, el presupuesto de Sinaloa representa con 3.3 mil millones de pesos apenas el 6.1 por ciento del presupuesto total y se ha mantenido prácticamente en esa proporción durante todo el gobierno de Quirino Ordaz Coppel, pues en 2018 fue prácticamente el mismo y en 2017 fue de 2.9 mil millones de pesos.

Sinaloa destinó en 2019 mil 137 millones de pesos a la SSP, menos de la mitad de lo que destina Sonora con 2 mil 444 millones de pesos, un estado con población similar.

En conclusión, el Gobierno de Sinaloa cuenta con un estado de fuerza insuficiente para proteger su territorio y su ciudad capital.

Esa incapacidad quedó en evidencia el 17 de octubre cuando los sinaloenses comprendieron que a pesar de los índices a la baja y la aparente calma, el Cártel de Sinaloa sigue ahí, fuerte, poderoso e implacable, para proteger sus intereses cuando lo necesite sin importar las consecuencias.

 

 

 Lee aquí la primera parte:

El rehén era el ejército