"CRÓNICA: La admiración de Agustín Coppel por Rafael Moreno Valle y su milagro poblano"
CULIACÁN._ Fue Agustín Coppel Luken quien invitó por primera vez a Sinaloa a Rafael Moreno Valle, en su calidad de Gobernador de Puebla.
La reunión: en el Corporativo Coppel, a media tarde del 7 de septiembre de 2016, en Culiacán.
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Ese día, el empresario sinaloense convocó a actores políticos, sociales y empresariales, a “conocer el modelo poblano”.
Coppel Luken, uno de los empresarios más influyentes del país, mostraba así su admiración, por lo que “se estaba haciendo en Puebla”.
En un auditorio con invitaciones restringidas, el entonces aspirante a la candidatura presidencial del PAN exponía diapositivas con sus “logros”.
Duró poco más de hora la exposición, a la cual Noroeste tuvo acceso.
El “milagro poblano”, expuesto en filminas, resumía entre otros puntos que esa entidad crecía más que el promedio de la economía nacional.
Carreteras, circuitos viales, obras monumentales, plantas industriales, museos, eran “presumidas” por Moreno Valle, muerto en un accidente aéreo junto con su esposa, su secretario particular y dos pilotos el 24 de diciembre, en la víspera de Navidad, hecho que ha cimbrado al país.
Ante un público atento, Moreno Valle proyectaba cifras, comparaciones.
Llamaba la atención que apuntalara sus “éxitos”, citando fuentes de organismos internacionales, de asociaciones civiles, es decir, fuentes no gubernamentales.
En el auditorio había priistas, panistas, empresarios, miembros de organizaciones de la sociedad civil, que al término de la charla pedía abundara en temas, como el de los contratos de colaboración público-privado.
Nadie le refutaba ni objetaba.
Al término de la charla, concedía una entrevista exclusiva a Noroeste.
--¿Le andas haciendo el ‘guiño’ a los panistas de Sinaloa? -le preguntó el reportero.
--Estuve en una reunión privada, a puertas cerradas, una cena con amigos donde estuvieron ex diputados, diputados actuales de mi partido, pero ese fue en encuentro privado. Pero la razón de mi visita al estado fue este foro (en Corporativo Coppel) y aproveché por supuesto para una visita de cortesía al Gobernador (Mario López Valdez), en Palacio de Gobierno.
Por esas fechas, Moreno Valle empezaba a fortalecer puentes con los panistas locales, para apuntalar lo que serían sus próximos proyectos: la candidatura presidencial en 2018 y, luego, la dirigencia nacional del PAN.
Ninguna se concretaría.
Un dato llamaba la atención de los sinaloenses en el caso del Mandatario poblano.
Junto con Mario López Valdez, en Sinaloa, y Gabino Cué, en Oaxaca, Moreno Valle formó parte de la tercia de gobernadores que en el año 2010 habían ganado gubernaturas, en coaliciones entre el PAN-PRD, para arrebatarle al PRI el poder.
Se generó entonces la expectativa de una gran coalición PAN-PRD, que regresara a la Oposición al PRI a Los Pinos.
En septiembre de 2016, fecha de su visita, sólo Moreno Valle había logrado retener, para el PAN, la Gubernatura de ese estado, con una ventaja de 12 puntos. Así, José Antonio Gali Fayad ejercería una breve gubernatura, de menos de 2 años, producto de la homologación de los comicios locales con los federales este 2018.
En los comicios de 2016, Sinaloa y Oaxaca volvían al PRI.
Y Puebla, con Moreno Valle a la cabeza, elevaba sus bonos, e influencia, en el PAN. Tanto, que le alcanzó para que su esposa, Martha Erika Alonso, garantizara un sexenio más en el poder.
--¿A qué vienes a Sinaloa?—le preguntó Noroeste aquel 7 de septiembre de 2016.
--Me hizo la invitación un buen amigo, Agustín Coppel, además un empresario que está invirtiendo en Puebla, que ha creado una cantidad importante de empleos en mi estado, me invita a participar en este foro (de empresarios). Y por supuesto que vengo con mucho gusto.
Moreno Valle volvería al menos cuatro veces más a Sinaloa, la mayoría en actos discretos y sin muchos reflectores. Trabajaba desde la “base panista”, con la mira puesta en la candidatura presidencial 2024, para lo cual había negociado con el dirigente actual, Marko Cortés, su coordinación en el Senado, lo cual le daba reflectores y poder.
De su “fuerza”, del “morenovallismo”, hablaba el dato de que su esposa, Martha Erika Alonso, había logrado, en las urnas y en los tribunales, la Gubernatura de Puebla, la cual encabezó por 10 días, en un entorno de crispación con Morena, partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Así el de Puebla es hasta ahora el único caso de un matrimonio de gobernadores que ha llegado al poder en el país".