En un mundo cada vez más polarizado, Estados Unidos no podría ser la excepción y hoy, las elecciones presidenciales en el país vecino son una muestra de ello.
Cerrado el pronóstico entre Donald Trump, del Partido Republicano, y Kamala Harris, del Partido Demócrata, que ningún experto se atreve a dar una contundente previsión del resultado.
Mientras eso ocurre los mexicanos estamos a la expectativa, pues compartiendo la frontera más grande del mundo, lo que ocurre en territorio estadounidense afecta tarde o temprano a México.
Desde lo económico hasta lo migratorio, no en balde Estados Unidos es ya el segundo mayor país con hablantes de español, tan solo con México encima, y más que cualquier otro país del mundo hispano.
Además que en lo económico compartimos el T-MEC, que mueve una gran parte de la economía de nuestro país.
Por supuesto está el álgido tema del narcotráfico y el crimen organizado, así como el armamentismo, donde ambos países estamos trenzados en una guerra siniestra que afecta tanto a la sociedad mexicana como a la de Estados Unidos.
Lo que sí aseguran los expertos es que los escenarios para México son opuestos según el ganador de la contienda, así que permanecemos a la expectativa.
Si de por sí ya vivimos en un mundo globalizado, entre Estados Unidos y México es mucho más que eso... para bien y para mal.
¿Qué esperamos los ciudadanos? Respeto y civilidad de ambas partes, porque nos lo merecemos.