Voto electrónico: cómo se aplicará en estas elecciones, cuáles son sus beneficios y algunas críticas
Por León Ramírez / Animal Político
Para las elecciones del 6 de junio se instalarán 100 urnas electrónicas en Jalisco y Coahuila como parte de un proyecto piloto con el que el Instituto Nacional Electoral (INE) pretende agilizar la votación, obtener una mayor precisión y reducir el tiempo de su conteo.
Al igual que en las urnas tradicionales, los votantes tendrán que validar su identidad ante los funcionarios de casilla, pero no se les entregará una boleta electrónica; elegirán a sus representantes ante una pantalla táctil.
Este nuevo sistema, que se probó en México también en 2020, ha generado cuestionamientos entre algunas personas, e incluso Morena impugnó, sin éxito, la decisión para el proyecto piloto del INE.
A continuación te presentamos datos y opiniones de especialistas sobre uno de los puntos en la próxima elección en México.
El ABC de urnas electrónicas
El 6 de junio se instalarán 50 urnas electrónicas en Jalisco y 50 urnas en Hidalgo, equivalentes al 0.06% de las 163 mil que serán colocadas en todo el país que, de acuerdo con el INE, optimizan tiempos en la jornada electoral y generan información relevante “de la manera más inmediata posible”.
Los sufragios que se emitan en las urnas electrónicas serán igual de válidos que los de las tradicionales.
De hecho, la primera parte del proceso para votar es idéntica: quien acuda a la casilla deberá presentar su credencial de elector ante los funcionarios de casilla, quienes primero revisarán si está en el padrón.
Si se encuentra en este registro, la persona tendrá acceso a la urna electrónica, que consiste en una tablet integrada a una computadora portátil.
La persona verá en la pantalla táctil las mismas opciones que aparecen en las boletas impresas, con los partidos y el nombre de sus candidatos, y podrá emitir su voto, detalla el INE.
Estos sistemas permiten votar por una coalición marcando más de un emblema. Pero si se eligen partidos rivales, indicarán que se trata de una combinación que no es válida, con lo que se evita el voto nulo por error.
Sin embargo, si la persona lo decide, también podrá elegir anular su voto.
Este año se usarán dos tipos diferentes de urnas electrónicas, una desarrollada por el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) y otra por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPC Jalisco).
Ambas urnas imprimen un ticket que avala el registro del voto, pero en el caso de Jalisco, ésta queda almacenada en un compartimiento integrado, mientras que en la de Coahuila es el votante quien debe depositarlo en una casilla especial.
De acuerdo con el Instituto, cuando estos equipos se enciendan el 6 de junio emitirán primero una serie de tickets en los que se certifica que, hasta ese momento, las urnas no tienen votos registrados, mientras que después del cierre de la casilla emiten otro ticket con la suma de los votos emitidos.
¿Posible fraude? Cuál es la seguridad
Ante el anuncio del uso de urnas electrónicas en las próximas elecciones, usuarios en redes sociales acusaron que el INE estaba “construyendo formas de facilitar el fraude” al implementar este proyecto piloto, a pesar de que en 2021 estas casillas representarán únicamente el 0.06% del total.
Jaime Rivera Velázquez, consejero electoral del INE, asegura que la autenticidad del voto con este sistema “está totalmente garantizada”, dado que los equipos no se conectan a internet, son auditados por especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y que los mismos funcionarios de casilla supervisan su uso.
“Este es uno de los elementos más importantes de la certeza de la autenticidad del voto, que la recepción de los votos y el conteo de los mismos está en manos de ciudadanos, seleccionados al azar por un procedimiento muy regulado conforme a la ley, capacitados, y que garantizan la imparcialidad porque se cuidan unos a otros”, afirma Rivera Velázquez en entrevista con Animal Político.
“Las condiciones sociales y de vigilancia son las mismas que en una casilla de voto manual, y el voto electrónico está muy bien blindado en todos sus procedimientos y con verificaciones”, asegura.
En las elecciones del 2020, que se realizaron en Coahuila e Hidalgo, se instalaron 94 urnas electrónicas y se reportaron incidentes solamente en dos urnas, los cuales se resolvieron reemplazándolas, de acuerdo con el Informe integral de la evaluación de la implementación del voto en urna electrónica durante los procesos electorales locales 2019-2020.
Además, de acuerdo con una encuesta del propio Instituto, a siete de cada diez personas les generó mucha confianza este tipo de dispositivos.
Sin embargo, Vladimir Chorny, investigador asociado de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), recomienda evitar el uso masivo de las urnas electrónicas, porque pueden ser manipuladas aunque no estén conectadas a internet.
“Tal vez mientras se hace la jornada electoral efectivamente no sean hackeadas. Pero, por ejemplo, el software con el cual se programan las urnas electrónicas, la carga de la memoria de cierto tipo de información, el momento en el que se aplica, eso pasa por internet”, advierte.
“El INE también ha tenido un manejo de la información relacionada con el voto electrónico en general, y con las urnas electrónicas en particular, que muestran que tal vez no están enterados de todos los puntos, o que no han querido darle la atención que merece a las preocupaciones de riesgos de seguridad sobre las tecnologías”, afirma.
Pero el consejero electoral afirma que existe el propósito de aumentar el uso de las urnas electrónicas, “de forma muy gradual” porque se debe probar el funcionamiento técnico y construir la confianza en las personas y los actores políticos, además de que se pueda incorporar en la legislación.
Avanzaremos con el modelo que demuestre ser más amigable, más eficaz, más seguro. Y lo más probable es que sobre la marcha se puedan hacer algunas modificaciones para reforzar no solo el buen funcionamiento, sino la confiabilidad, comentó.
Luego de que el Consejo General del INE aprobó el acuerdo y los lineamientos para implementar la modalidad de voto y urna electrónica, Morena lo impugnó, al señalar que atentaba contra los principios de legalidad, certeza, exhaustividad y reserva de ley, ya que el “voto electrónico” no está previsto en la Constitución ni en la ley para el caso de las elecciones federales.
Sin embargo, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), confirmó la puesta en marcha del proyecto del INE.
El voto electrónico, dijo Rivera Velázquez, “nos da la mayor ventaja precisamente en la fase de nuestro proceso electoral que tiene hoy la mayor dificultad, que es el conteo, el escrutinio y cómputo de votos en la casilla, y el llenado manual de las actas en la casilla”.
Dominion: el caso de Estados Unidos
Durante el proceso electoral de 2020 en Estados Unidos, en el que resultó ganador Joe Biden, aliados y seguidores de Donald Trump acusaron que la empresa Dominion Voting Systems, proveedora de equipos y programas de votación para autoridades locales, había influido en la derrota del republicano.
El mismo Trump tuiteó el 12 de noviembre que según la cadena conservadora One America News Network (OANN) el software Dominion había “borrado 2.7 millones de votos de Trump en todo el país”, y que cientos de miles de votos destinados a él habían sido reasignados a su rival, Joe Biden, en los estados que utilizan la tecnología de Dominion.
Desde entonces, sus partidarios difundieron publicaciones con desinformación, acusando que el fraude contra Trump fue causado por el uso de estas tecnologías, aunque no se probó que los productos y servicios de la empresa hayan llevado a la victoria a Biden.
Rudy Giuliani, abogado personal de Trump, incluso aseguró que Dominion era “una empresa extranjera, que tiene vínculos muy estrechos con Venezuela, y por lo tanto con China, y que utiliza un software de una empresa venezolana que ha sido utilizado para robar elecciones en otros países”.
Varios equipos de fact-checking en Estados Unidos demostraron que los dichos de Giuliani carecían de sustento, y la la empresa Dominion Voting Systems negó en un comunicado que su software haya presentado fallos.
Comentó que hubo “errores humanos” en el procesamiento de los datos de “ciertos condados”, en particular de Michigan, pero aseguró que tales incidentes aislados se resolvieron rápidamente.
Varias autoridades electorales locales y nacionales, entre ellas la Agencia de Seguridad Cibernética y de Infraestructura (CISA), que forma parte del departamento de Seguridad Nacional, descartaron el jueves la posibilidad de manipulación de los votos a través de las máquinas.
“No hay evidencia de ningún sistema electoral que haya borrado, perdido o cambiado los votos, o que haya sido hackeado de alguna manera”, dijeron en una declaración conjunta.