Sociedad civil presenta 34 agendas para el gobierno de Sheinbaum
Xóchitl es una mujer tlapaneca de 26 años. Era trabajadora del hogar en una comunidad de la montaña de Guerrero, lo que no pudo hacer más tras las inundaciones de hace dos años, así como la macrocriminalidad que prevalece en la región.
Tuvo que convertirse en jornalera agrícola, con un hijo de 4 años con discapacidad, que no cuenta con un sistema de cuidados o una garantía de acceso a servicios de salud. Además, tiene un salario de supervivencia que no va a permitirle lograr una movilidad social, y su situación es de una desigualdad fuertemente marcada respecto a quienes la emplean y los capataces que coordinan su trabajo. Tampoco tiene forma de asociarse con otras mujeres.
En la historia de Xóchitl se concentran y se cruzan —afirmaron sus propios voceros— las 34 Agendas Ciudadanas que organizaciones de la sociedad civil recopilaron en un portal de internet y un documento para que sean tomadas en cuenta por la administración del gobierno federal que se inicia con la presidenta Claudia Sheinbaum.
El cuidado del espacio cívico, los cuidados, la discapacidad, la economía, la educación, la justicia fiscal, la libertad de expresión, las masculinidades, el medio ambiente, la movilidad humana, la movilidad social, niñez y adolescencia, paz y seguridad, racismo, salud y trabajo digno son los grandes temas que engloban las 34 agendas que impulsa la sociedad civil.
Sin embargo, resaltaron la importancia de reflexionar y trabajarlas de manera interseccional —como lo representa la historia de Xóchitl—, pues la mayoría de los temas que contiene el documento que dieron a conocer, titulado “Propuestas ciudadanas 2024-2030. Agendas de la sociedad civil”, se relacionan entre sí.
“Una forma de avanzar a la interseccionalidad es la realidad; la realidad es interseccional, no está dividida como la dividimos nosotros: ni la academia, ni las organizaciones civiles ni la legislación. La realidad es interseccional, es multidimensional y tendemos, para efectos prácticos y porque es más eficaz, a diseccionarla a veces a tal detalle que podemos llegar a saber cuántas niñas tienen falta de acceso a seguridad social en determinada localidad y municipio, pero no podemos saber qué pasa, por qué viven una situación así”, señaló Ricardo Bucio, director ejecutivo del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).
Proponen soluciones para enfrentar retos
De acuerdo con las organizaciones, la sociedad civil genera más de 800 mil empleos, moviliza a más de 2.3 millones de voluntarios y contribuye con el 1.48 % del producto nacional bruto. En un documento de 137 páginas, proponen complementar al Estado: “Proponemos soluciones colaborativas e innovadoras para enfrentar los grandes retos de México”.
Las agendas fueron elaboradas por organizaciones de muy diversa naturaleza: provisión de servicios en educación, salud y cuidados; promoción de la ciencia, la cultura y la tecnología; gestión de museos, espacios comunitarios y deportivos; así como la atención y apoyo a grupos en situación de vulnerabilidad.
Por ejemplo, el documento incluye las iniciativas de Periplo, una organización cuya agenda contempla fortalecer al sector agrícola enfocándose en los derechos humanos laborales de personas como Xóchitl. En su apartado, la asociación precisa que en el primer trimestre de 2024, la población ocupada en actividades agrícolas fue de aproximadamente 2.93 millones de personas —87.8 % hombres y 12.2 % mujeres—, con un salario mensual promedio de 3 mil 040 pesos mexicanos y un porcentaje de 78.9 % de trabajo informal.
El grupo poblacional tiene una escolaridad media de 6.12 años, frente a la nacional de 9.7 años. Todo ello, alerta la organización, se traduce en inestabilidad laboral de amplios flujos de personas trabajadoras en movilidad circular y en la irregularidad en los procesos de reclutamiento, contratación, traslado, desarrollo de funciones y retorno.
“En nuestra agenda ampliada compartimos los puntos inaplazables de la propuesta de derechos humanos y laborales de las personas trabajadoras agrícolas migrantes y sus familias, esperando abrir canales de comunicación y cooperación constantes para atender las distintas problemáticas... Con el gobierno electo (2024-2030), hemos actualizado la agenda y refrendamos nuestra disposición de cooperar con las diversas autoridades”, señala la organización que, como las demás, incluye un enlace a sus propuestas extendidas.
Más agendas de la sociedad civil que se interrelacionan
Entre las agendas que anteriormente no se habían contemplado de manera conjunta, y que están estrechamente relacionadas con otras, se incluyen en el documento propuestas en materia de cuidados, justicia fiscal, masculinidades, racismo y trabajo digno.
En materia de cuidados, la Coalición por el Derecho al Cuidado Digno y Tiempo Propio de las Mujeres, formada por más de 60 personas que representan a 16 organizaciones sociales, mujeres cuidadoras, activistas feministas, legisladoras, funcionarias y académicas que trabajan por un “México que cuide”, plantean el reconocimiento del derecho humano al cuidado y la puesta en marcha de decisiones de Estado que lo garanticen, además de reivindicar la participación de la sociedad y de las comunidades en la promoción de acciones, políticas y sistemas de cuidados.
En tanto, la organización GENDES presenta en el documento la agenda “Apuntes para un cambio estratégico: hombres e igualdad sustantiva”, donde destaca la importancia de incorporar el tema de las masculinidades en la política pública.
“La mayor contribución ha sido en temas relacionados con la atención a hombres que ejercen la violencia (creación de modelos, diseño y desarrollo de campañas de comunicación) y el incremento de medidas de sanción; a su vez, en menor número, hay iniciativas relacionadas con la prevención o de manera más general, con la erradicación de roles y estereotipos que contribuyan a construir una igualdad de género sobre bases más sólidas”, precisa la organización.
Sin embargo, el propósito de su agenda es que la administración pública (tanto federal, como estatal y municipal), así como los Poderes Legislativo y Judicial, tengan referencia de las acciones que podrían realizarse para involucrar a los hombres en temas de igualdad de género. Entre otras, incorpora acciones tendientes a incidir en la cultura y en el pensamiento individual de las personas.
Por otro lado, RacismoMx presenta propuestas resultantes –aseguran– de múltiples conversaciones y debates, con un mensaje de fondo: “el racismo está presente en todos lados y el Estado debe ser un actor más en su combate y no en su negación, ni en su permanencia”. Además, consideran que no bastan una o dos acciones estatales, o una o dos instituciones.
Su agenda se basa en cuatro pilares: la visibilización de que el racismo existe y tiene especificidades propias, la representación de los grupos históricamente racializados en posiciones de poder de los que han sido excluidos, la nivelación que compense las desigualdades del pasado, y el impulso de políticas antidiscriminación, a fin de que las desigualdades étnicas y raciales no se repliquen en el presente y futuro.
En tanto, la agenda de trabajo digno es una de las que más aristas contempla: ir a la raíz de la pobreza, garantizar los derechos de las mujeres jornaleras agrícolas, trabajo digno para jóvenes oportunidad, la agenda nacional de las personas trabajadoras del hogar y la transformación de los derechos humanos laborales en el campo.
Ahí también se incorpora el decálogo generado por el colectivo Ni un repartidor menos, que busca garantizar la seguridad, el respeto y la igualdad de todos los repartidores que ofrecen sus servicios en plataformas digitales, y cuya versión Ni una repartidora menos se enfoca en visibilizar las problemáticas específicas que enfrentan las mujeres, para eliminar violencias y discriminación.
Organizaciones de la sociedad civil llaman a fortalecer el diálogo y la cooperación
En su mensaje a las autoridades para el inicio de este sexenio, las organizaciones de la sociedad civil recuerdan que ellas son fuente de información y conocimiento, fomentan la democracia, y promueven la conservación de áreas naturales, la sostenibilidad y el reciclaje. Además, sostienen la ayuda humanitaria y contribuyen a generar cambios positivos en derechos humanos y libertades fundamentales.
Ante ello, llaman a fortalecer el diálogo y la cooperación entre la sociedad civil y las instituciones gubernamentales de los distintos niveles de gobierno para “proponer, en conjunto, soluciones que pongan siempre a las personas en el centro de las decisiones”. Esa cooperación, señalan, evitaría duplicación de esfuerzos y recursos, al tomar la experiencia de la sociedad civil como un laboratorio social y asegurar que las políticas públicas logren un impacto real.
“Una agenda compartida entre el gobierno federal, estatal y municipal, junto con la sociedad civil, es la vía más eficiente para abordar los retos complejos que enfrentamos. Fomentar la participación de la sociedad civil fortalece la legitimidad de las acciones gubernamentales y garantiza que respondan a las necesidades reales de las personas”, sostienen en el mensaje que forma parte de sus Propuestas Ciudadanas.
Sin embargo, la presentación del documento no estuvo exenta de la autocrítica a la propia labor de las organizaciones, pues la ejecución de sus acciones muchas veces no se sostiene de manera coordinada en el tiempo, no es conjunta pues no se trabaja partiendo de las interseccionalidades que refleja la historia de Xóchitl, y otras veces, se queda en el escritorio.
Pepe Aguilar, director de RacismoMX, subrayó este aspecto al señalar que es necesario cambiar el paradigma de operación de las organizaciones: “El Estado ha demostrado, el gobierno, sobre todo en los últimos sexenios, que la disputa está en el territorio; yo invitaría a las organizaciones de la sociedad civil a que disputemos eso en el territorio; dejemos nuestros escritorios, nuestras oficinas con aire acondicionado y realmente salgamos a ver qué sucede ahí afuera, ahí es donde están los problemas”.
Al mismo tiempo, añadió, habría que dejar de tener una mirada decolonial, es decir, abandonar la idea de que la sociedad civil sabe más que el gobierno y que las personas, y que solo estas tienen las respuestas. “Estar en igualdad de condiciones y en relaciones más horizontales, no solo con el Estado, sino principalmente con las poblaciones a las que servimos”, subrayó Aguilar.
Katia D’Artigues, de la organización Yo también, enfocada en temas de discapacidad, secundó esta idea al destacar que a la sociedad civil le ha hecho falta mancharse los zapatos, así como hablar de manera más clara y más cercana a la gente.