Senado aprueba la ‘Ley Silla’ y la turna al Poder Ejecutivo para su promulgación
Por unanimidad, con 104 votos a favor, el Senado de la República aprobó la “Ley Silla”, que establecía la obligación de poner a disposición de trabajadores de los sectores de servicio, comercio y centros análogos, el número suficiente de asientos o sillas con respaldo, para la ejecución de sus funciones o para el descanso periódico durante la jornada laboral.
Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, turnó el dictamen a la titular del Poder Ejecutivo Federal, para su promulgación en el Diario Oficial de la Federación.
Con 476 votos a favor, la Cámara de Diputados aprobó, el 2 de octubre, en “fast track”, la “Ley Silla”.
Tras la aprobación por unanimidad por la Cámara de Diputados, regresó al Senado para su discusión y eventual aprobación. La iniciativa fue presentada por Ricardo Monreal Ávila, coordinador del grupo legislativo de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política.
El dictamen fue suscrito por sus pares de todas las fracciones parlamentarias. Luego fue sometida a discusión y se avaló dispensar trámites. Dicha reforma fue desechada luego de que se aprobó en el Senado de la República en la anterior Legislatura y se remitió a la Cámara de Diputados, en donde no fue avalada, tras ser turnada a la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
La propuesta que modifica los artículos 132, 133, 423 y 423 de la Ley Federal del Trabajo, señalaba que en el caso de descansos periódicos, los asientos o sillas deberían estar ubicadas en las áreas específicas que para tal efecto se designaran. La misma disposición se observaría en los establecimientos industriales, cuando lo permitiera la naturaleza del trabajo.
Además, prohibía a las personas empleadoras, y a sus representantes, obligar a los trabajadores a permanecer de pie durante la totalidad de la jornada laboral o prohibirles tomar asiento periódicamente durante el desarrollo de sus funciones, así como realizar cualquier acto tendiente a ejercer control sobre el sindicato al que pertenecieran los empleados.
Señalaba, también, que el reglamento interior de trabajo contendría los periodos obligatorios de reposo durante la jornada y las normas que regularan el derecho de los trabajadores para usar los asientos o sillas durante la jornada laboral. Esta iniciativa buscaba evitar enfermedades relacionadas con estar de pie por largos periodos, como varices o problemas en la planta del pie.