Que siga la corrup... que siga la transformación, dice Sheinbaum en su discurso de arranque
“Solo hay dos caminos a tomar este 2 de junio: uno, que siga la corrup... que siga la transformación, el otro que regrese la corrupción”, así comenzó Claudia Sheinbaum su campaña presidencial, un traspié del que le fue difícil levantarse, a pesar de tener un Zócalo capitalino lleno con 350 mil asistentes, de acuerdo con datos del gobierno capitalino.
Después de ese resbalón inicial, Sheinbaum pronunció un discurso de una hora y 12 minutos, que ella misma interrumpía constantemente para preguntar a la plaza si ya estaban cansados. Cuando terminó de leer, su pequeño error ya se había compartido miles de veces en redes sociales.
Preocupada por aburrir a miles de personas que desde muy temprano colmaban la Plaza de la Constitución, la exjefa de gobierno de la Ciudad leyó 100 promesas de campaña, preguntando todo el tiempo: “¿ya se cansaron?”.
Solo al inicio Claudia Sheinbaum pronunció la enumeración; dijo “uno”, y leyó la primera de muchas promesas que fue soltando de golpe, ya sin enumerarlas.
Sheinbaum hacía pausas cada que cambiaba de tema. Habló en total de 14 repúblicas: sana, conectada, de las mujeres, con justicia, etcétera... Y en cada pausa tomaba agua y preguntaba: “¿ya se aburrieron?”.
Algunas personas contestaron afirmativamente, otros negaron, pero no hubo ninguna respuesta al unísono. De hecho, desde el arranque del evento, luego de que la candidata tomara el micrófono, cientos de asistentes comenzaron a retirarse de la Plaza de la Constitución.
“Ya vamos por los últimos 8... faltan 2”, decía al micrófono, esperando una respuesta de los asistentes, que permanecían callados.
AMLO, el más vitoreado en el arranque de campaña de Claudia Sheinbaum
Para el arranque de su campaña presidencial, Claudia Sheinbaum apostó por replicar la estrategia que implementó Andrés Manuel López Obrador: presentar 100 promesas que materializará en caso de llegar a la Presidencia.
Desde el momento en que Sheinbaum comenzó a leer sus propuestas, ella misma notó el cansancio del público, al que animaba al mencionar al líder del movimiento.
“¡Es un honor estar con Obrador!”, gritaban cuando Sheinbaum mencionaba al presidente, como recurso para recuperar la atención de una plaza sobre la que había caído el sol a plomo durante todo el día.
Cada que nombró las 20 reformas constitucionales que envió el presidente López Obrador al Congreso de la Unión -y que Sheinbaum abrazó como propuestas de campaña-, el público aplaudía e, incluso, cuando mencionó la reforma al Poder Judicial de la Federación, parte del público coreó “¡Fuera Piña!, ¡Fuera Piña!”, en clara referencia a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
No reelección, trenes y hasta un satélite
Entre las promesas de campaña leídas por Claudia Sheinbaum, se encuentran mantener políticas impulsadas por López Obrador como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, la Escuela es Nuestra y el programa de entrega de fertilizantes.
También están las reformas constitucionales que envió AMLO al Congreso de la Unión y nuevas políticas y apoyos sociales, principalmente para mujeres, así como una reforma para prohibir la reelección de personas que ocupan cargos por voto popular, como lo son senadores, diputados y alcaldes.
La candidata prometió implementar la digitalización y simplificación de trámites en el país, como lo hizo en la CDMX con la creación de la Agencia de Innovación Pública (ADIP); dar un apoyo económico bimestral a mujeres de entre 60 y 64 años, como parte de una política para reconocerlas por ser cuidadoras; prohibir constitucionalmente el maltrato de los animales y extender el horario de primarias para enseñar educación física y artes.
Aseguró que todos los sistemas de educación pública del país serán gratuitos y habrá afiliación universal desde el nacimiento a todos los mexicanos.
“Vamos a dejar atrás la diabetes y la hipertensión”, lanzó. También un programa de salud mental nacional, impulsar la política “el agresor sale de casa” en situaciones de violencia familiar, así como la creación de fiscalías especializadas en feminicidio en todo el país. “Nunca más lo que ocurrió en Morelos”, dijo.
Se comprometió con la reforma político electoral que López Obrador no pudo concretar en su sexenio, pese a tres intentos y dijo que se someterá a la revocación de mandato, al estilo de López Obrador, a la mitad de su mandato.
Prometió más trenes, acabar las obras que inició López Obrador, además de poner en órbita un satélite mexicano que va a contribuir a las comunicaciones.
“Hoy con sinceridad les digo: amo a mi patria y amo a mi pueblo y vamos a seguir haciendo política con amor, no con odio. No les voy a traicionar, voy a estar a la altura de las circunstancias, y vamos a seguir haciendo de México, el mejor país del mundo”, subrayó en la parte final de su discurso.
Su primer discurso en los 90 días de la campaña lo terminó con un “¡viva!” al presidente López Obrador, otro para la Cuarta Transformación y el último dedicado a México.