Presidencia nunca contestó. Esta es la respuesta de ProPublica a ataques de AMLO
La organización periodística de Estados Unidos ProPublica aclaró que en el reportaje que se realizó sobre la investigación de supuestos donativos del narcotráfico a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2006, el ahora Presidente nunca contestó.
En un artículo publicado en su página web, relató que desde que se publicó el reportaje, en sus conferencias mañaneras el Mandatario ha rechazado la investigación como “completamente falso” y lo tachó de ser una calumnia.
Casi cada día entre semana a las 07:00 horas, señaló, el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador ofrece una conferencia de prensa conocida como “la mañanera.”
“El Presidente responde a preguntas de los reporteros, pero su objetivo es controlar las noticias, relatando sus logros y despotricando contra sus enemigos, verdaderos y supuestos, especialmente los de los medios”, expuso.
Y desde la semana pasada, añadió, López Obrador ha enfocado gran parte de su ira en un artículo que se publicó el 30 de enero sobre las acusaciones de que narcotraficantes contribuyeron 2 millones de dólares a su primera y fallida campaña presidencial en 2006. Rechazó el reportaje como “completamente falso” y lo tachó de ser “una calumnia.”
ProPublica expuso que el presidente ha atacado de forma agresiva al reportero del artículo, Tim Golden, llamándolo “un mercenario de la DEA,” un instrumento del Departamento del Estado y “un peón,” entre otras cosas. “Para mi, deberían de darle el premio a la calumnia,” dijo de Golden, quien ha compartido el Premio Pulitzer dos veces.
“El miércoles, López Obrador retó a Golden a que fuera al Palacio Nacional en la Ciudad de México para contestar a preguntas sobre los orígenes del reportaje, por qué lo escribimos y las identidades de sus fuentes en los Estados Unidos y México”, indicó.
“Aunque quizás Golden disfrutaría el debate, no va a aparecer en ‘la mañanera’. Hizo múltiples esfuerzos antes de la publicación del artículo para incluir la perspectiva de López Obrador. Contactamos con el vocero del Presidente más de una semana antes de la publicación y le proporcionamos un resumen detallado de las conclusiones del reportaje y una serie de preguntas. Después de varias solicitudes, el vocero prometió una respuesta, pero nunca la recibimos”.
ProPublica, dijo, hablaría con López Obrador como con cualquier otro Jefe de Estado—no para un episodio del segmento de la mañanera que él titula “Quién es quién en las mentiras?
“Sin embargo, sí creo que sería útil abordar las legítimas preguntas que el presidente ha planteado sobre las razones de porqué hicimos esta investigación y cómo la hicimos”, señala el artículo de ProPublica.
“Para resumir: nuestro reportaje, que se basó en entrevistas con funcionarios actuales y antiguos y la revisión de documentos oficiales, reveló la existencia de una investigación previamente secreta de la DEA sobre las supuestas donaciones a la primera campaña presidencial de López Obrador en 2006 por narcotraficantes trabajando con el llamado Cártel de Sinaloa”.
El caso comenzó, explicó, cuando un abogado mexicano del narcotráfico que estaba trabajando como informante de la DEA les informó en 2010 que había participado en la reunión en la cual las donaciones fueron negociadas, según funcionarios.
Dijo que le dio la mayor parte de los fondos a un operador de la campaña de 2006 de López Obrador, Mauricio Soto Caballero. El informante entonces animó a Soto a que entrara en un negocio de cocaína de poca monta. Agentes de la DEA lo detuvieron en McAllen, Texas, y Soto aceptó trabajar de forma encubierta para los americanos para evitar la prisión federal.
Al final, Soto y otros tres testigos adicionales confirmaron a la DEA las declaraciones del abogado del narcotráfico, según funcionarios.
Para reunir más pruebas para un posible caso de corrupción, la DEA mandó a Soto a grabar secretamente dos conversaciones con el hombre a quien dijo haber dado la mayor parte del dinero de los narcotraficantes, Nicolas Mollinedo Bastar, uno de los hombres más cercanos de López Obrador.
El medio periodístico cuenta que fiscales del Departamento de Justicia revisaron las grabaciones y concluyeron que eran incriminatorias pero no decisivas, según gente conocedora del caso.
Agentes de la DEA quisieron proceder con un operativo encubierto más elaborado dentro de México, continuó, pero los funcionarios de Justicia rechazaron ese plan a finales del 2011, en parte por temor a que incluso un proceso legal exitoso realizado en los Estados Unidos podría ser visto por los mexicanos como una injerencia estadounidense intolerable en su política.
El caso se cerró, añadió, y a nuestro entender, los investigadores estadounidenses no procedieron con ninguna otra investigación de posibles vínculos con narcotraficantes de López Obrador o su entorno cercano.