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Recursos

Pese a la promesa de reabrir estancias infantiles, Gobierno no destina presupuesto para 2025

Pese al compromiso de Sheinbaum de reanudar este servicio, en el presupuesto de Egresos de la Federación no hay ningún programa de inversión o social de nueva creación llamado ‘Centros Educativos y de Cuidado Infantil’

Por: Nayeli Roldán

Cinco años después de que el expresidente Andrés Manuel López Obrador desapareciera 9 mil estancias infantiles que operaron en todo el país durante dos sexenios, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la reactivación de estos servicios, pero no hay recursos etiquetados para ello en el Presupuesto de Egresos de 2025.

Durante su gira por Ciudad Juárez, Chihuahua, la mandataria daría a conocer la construcción de Centros Educativos y de Cuidado Infantil, “lo que eran las guarderías o las estancias infantiles que se pervirtió el nombre por el negocio provocado por Calderón que llevó a la tragedia de la guardería ABC”, dijo.

Sin embargo, en el presupuesto de Egresos de la Federación no hay ningún programa de nueva creación llamado “Centros Educativos y de Cuidado Infantil”, ni en el IMSS ni en la Secretaría de Bienestar –antes Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol)– que era la dependencia encargada de operar el antiguo programa de Estancias Infantiles.

Sheinbaum aseguró que las nuevas guarderías serían construidas “desde el IMSS”, y con ayuda de los empresarios, principalmente de la maquila y exportadores. Esto, como parte del Sistema Nacional de Cuidados.

Pero en el presupuesto del IMSS únicamente hay cuatro proyectos relacionados con estancias infantiles y registrados como inversión en infraestructura que apenas suman 617 millones de pesos.

Se trata de la construcción de una Guardería con tres áreas para lactantes y cinco áreas para maternal en Tapachula, Chiapas; la construcción de una guardería para 100 niños en Zacatelco, Tlaxcala y otra en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, así como la ampliación y remodelación integral de la guardería 0001 en Zamora, Michoacán.

No obstante, esto corresponde a las estancias infantiles que el IMSS ha tenido desde hace décadas, pero que sólo prestan servicio para padres y madres que están afiliados al instituto.

Animal Político preguntó al IMSS sobre el presupuesto para este programa, pero no hubo respuesta.

Las estancias infantiles operadas por Sedesol durante 12 años, hasta su eliminación durante el mandato de López Obrador, servían a las madres trabajadoras cuyos empleos no les ofrecían seguridad social.

Se trataba de servicios para las familias de ingresos más bajos, con empleos precarios o de autoempleo como comerciantes ambulantes, de mercados, trabajadoras del hogar, vendedoras, etc.

Hasta 2019, había 9 mil estancias infantiles que eran operadas por mujeres que se autoempleaban en este tipo de servicios con el subsidio del gobierno federal. Por ejemplo, si un grupo de mujeres decidía habilitar parte de sus casas como estancia infantil o utilizaban algún inmueble cerca de sus hogares, se inscribían ante la Sedesol y si aprobaban los requisitos, la dependencias les entregaba 50 mil pesos y hasta 90 mil pesos para las adecuaciones de infraestructura.

Para las mujeres encargadas de las estancias significaba hacerse de un empleo cerca de sus casas, mientras que el servicio de cuidados funcionaba para las mujeres trabajadoras, lo cual les evitaba largos traslados para dejar y recoger a sus hijos e hijas.

Además, el gobierno subsidiaba el servicio de cuidado, toda vez que entregaba 900 pesos mensuales a las estancias infantiles por cada niño inscrito, y las familias sólo pagaban una cuota semanal de acuerdo con su nivel socioeconómico que iban de los 50 a los 150 pesos semanales.

Con este modelo, el programa de estancias infantiles de la Sedesol logró abrir servicios en zonas serranas o lugares de alta marginación rural y urbana que de otra manera sería imposible de tener, toda vez que las mujeres con salarios precarios no podrían pagar guarderías privadas ni accedían a las del IMSS si es que sus empleos no ofrecían prestaciones sociales.



AMLO desapareció 9 mil estancias infantiles

En 2019, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador decidió eliminar el programa tras encontrar supuestas irregularidades relacionadas con la inscripción de más niños de los que había en las estancias, a los que llamaron “niños fantasma”. Pero nunca mostró una sola prueba de la supuesta corrupción.

En 2022, Animal Político solicitó vía transparencia la evaluación que usó la Secretaría de Bienestar para justificar la cancelación de las estancias infantiles y en la que se encontraban las supuestas irregularidades.

Sin embargo, el documento no hacía referencias a dichos actos de corrupción, sino que sólo enlistaba incumplimientos y recomendaciones como “usar bote de basura con tapa”, “usar uñas cortas y sin esmalte”, “usar cubrebocas al servir alimentos” o que “los cepillos dentales de los niños tengan su nombre”.

El programa de estancias infantiles fue reemplazado en marzo de ese mismo año con la entrega de un apoyo directo de mil 600 pesos bimestrales a padres o madres de familia para que ellos decidieran si pagaban una guardería o a otra persona para que cuidara a sus hijos; e incluso, el presidente decía que los niños podían ser cuidados por “las abuelitas”.

Pero las estancias infantiles en realidad eran una política pública que beneficiaba a diferentes sectores: los niños eran cuidados, estimulados y alimentados por maestras especializadas; algunas mujeres creaban fuentes de empleo al atender las estancias, y otras podían trabajar mientras sus hijos eran atendidos.

De hecho, en la última evaluación de 2018 que hizo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) encontró que 96.5 por ciento de las usuarias consideró que la atención y cuidado de sus hijos tuvo un impacto positivo en el desarrollo del lenguaje, en el 96 por ciento de los casos desarrollaron habilidades sociales y un 97.5 por ciento observaron una mejora en el desarrollo motriz de los niños.

Además, 93.9% de las personas beneficiarias consideraron que el programa “contribuyó a mejorar su calidad de vida y la de sus hijos, ya que les brindó la posibilidad de contar con empleo, salud mental, salud física e ingresos monetarios”.

En contraste, el programa de entrega directa de dinero a mujeres, creado por el expresidente López Obrador, no ha tenido una evaluación de esta naturaleza, toda vez que el único objetivo fijado es que las beneficiarias inscritas reciban los recursos. Pero no hay datos sobre cuántas estancias lograron sobrevivir, si las madres lograron pagar un servicio privado de cuidados con los recursos bimestrales que recibían o quién cuida de sus hijos e hijas.