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Gobierno

Más de 9 mil 500 niños y adolescentes migrantes fueron detenidos al mes en México en 2023

Mientras una delegación de alto nivel de EU llega este miércoles a México con la intención de analizar estrategias de contención de la migración, las cifras muestran un estimado de 300 niños, niñas y adolescentes migrantes detenidos cada día en el País

Por: @ManuVPC / Animal Político

En este 2023, 9 mil 500 niños, niñas y adolescentes migrantes fueron detenidos al mes en México por transitar sin documentos.

De acuerdo con datos oficiales de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, hasta noviembre de este año, fueron detenidos en total 105 mil 100 menores de edad por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), así como por diferentes corporaciones policiacas y elementos castrenses; un dato que también se traduce en que cada día fueron detenidos 314 menores; 1 cada 12 horas.

Estas cifras récord, nunca antes vistas en México desde que se lleva registro oficial de los datos de detenciones hace ya más de dos décadas, se producen en un momento álgido del fenómeno migratorio a su paso por el país. Por un lado, una nueva caravana de miles de personas migrantes se encuentran en estos días de finales de diciembre atravesando el país con el objetivo de llegar a la frontera con Estados Unidos. Y por el otro, una delegación de alto nivel del gobierno de Joe Biden llegará este miércoles a México para realizar una cumbre bilateral con la intención, de nuevo, de analizar estrategias de contención de la migración.

Varios datos ponen de releive el aumento del flujo migratorio por México en este 2023, especialmente el de los menores de edad, que son más vulnerables a las violaciones graves de derechos humanos y a todo tipo de abusos a manos del crimen organizado y de las autoridades, por lo que requieren de una mayor protección.

En 2015, por ejemplo, año que también batió el récord de detenciones de migrantes de todas las edades durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, fueron capturados por las autoridades 38 mil 514 menores migrantes. De hecho, tanto 2014 como 2015 fueron años del ‘boom’ de la crisis de los niños migrantes denunciada por la entonces administración estadounidense de Barack Obama, quien llegó a salir a dar un mensaje televisado en el que pedía a los padres y madres centroamericanos que ya no enviaran a sus hijos solos a la frontera. “Los regresaremos”, advertía el Mandatario.

Tres años después, esa cifra en México cayó hasta los 29 mil 258 detenidos, una reducción del 32 por ciento; pero ya en 2019, primer año del gobierno de López Obrador, se disparó a 53 mil 507, un 39 por ciento más, mientras que para 2021, después de la pandemia y de una caída pronunciada ese año, llegó a 77 mil 608 (85 por ciento al alza).

Y para este 2023 (aún a falta de diciembre), la estadística ya superó los 100 mil menores detenidos, hasta un 140 por ciento más que en 2015.

La evolución en la cantidad de flujo y de menores detenidos se ha visto claramente a lo largo de este 2023, especialmente a partir del verano: si en enero fueron detenidos 6 mil 955, para agosto la cifra escaló a 14 mil 065, un 102 por ciento al alza; aunque la cifra récord de este año se registró en octubre con 14 mil 362: hasta 478 por día.

Migran más acompañados

En las cifras se aprecia un cambio en la dinámica de migrar de los menores: ahora migran más acompañados o en familia.

En 2023, de los más de 100 mil detenidos, sólo 561 fueron detenidos cuando viajaban solos; apenas el 0.57 por ciento del total.

En cambio, en 2015, de 38 mil detenidos, casi 2 mil 500 viajaban solos, el 6.4 por ciento. Mientras que en 2019, casi 4 mil niños, niñas y adolescentes fueron detenidos cuando migraban solos, el 7 por ciento del total de ese año.

Este cambio de dinámica también se observa en el terreno, en los albergues de la sociedad civil visitados por Animal Político este año, por ejemplo, en Tenosique, Tabasco; Ciudad Juárez, Chihuahua, o más recientemente en el que visitó a inicios de octubre en Huehuetoca, Estado de México, o en las alcaldías capitalinas de la Cuauhtémoc y la Venustiano Carranza.

En todos ellos, la constante documentada eran familias de migrantes, especialmente de venezolanos, que es la nacionalidad que ha batido el récord absoluto de detenciones este 2023, superando incluso a los migrantes hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, que eran los más habituales hasta hace poco, viajando con menores.

En Huehuetoca, por ejemplo, donde miles de migrantes esperan sobre las vías el paso del ferrocarril conocido como ‘La Bestia’, este medio documentó la presencia de familias venezolanas migrando con varios niños. Ese fue el caso de Guadalupe, de 26 años, que viajó miles de kilómetros atravesando primero la temida selva de ‘El Darién’, entre Colombia y Panamá, para luego pasar por México con su hija de 6 años, un bebé de apenas uno, y una sobrina de 4 años.

“La niña se cansa y se estresa mucho”, explicaba Guadalupe, quien aseguraba que su hija no entendía por qué tenían que salir corriendo despavoridos cada vez que alguien gritaba que llegaba “la migra”.

Ahí mismo, en Huehuetoca, Escarli, venezolana que migraba con hasta 7 hijos con la única ayuda de su madre, contaba que el trayecto por la selva del Darién y por el sur de México ya había dejado “secuelas psicológicas” en los niños, especialmente en el mayor, un preadolescente de 13 años que cada vez que tenía correr por el monte para huir de la policía, los soldados, o los agentes del INM, gritaba que le dolía mucho el corazón.

Para tratar de proteger a los menores, muchas madres migrantes intentan convencerlos de que todo se trata de un juego, de una competencia para ver quién resiste más sin que la migra los detenga en este camino de miles de kilómetros que los lleva por selvas, ríos, carreteras y montes hasta llegar al ansiado Norte.

Margarita, otra migrante venezolana de 28 años que viajaban con cuatro niñas, explicaba mientras esperaba en la calle a que abrieran las puertas del albergue de la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, que mentalizó a sus hijas que el paso por la selva también era parte de un juego repleto de aventuras.

“A mis hijas les encantan los animales. Entonces, yo les dije que íbamos a pasar por una selva muy bonita, donde había ríos para bañarse y muchos animalitos y pájaros. Y como ellas son muy inocentes todavía, pensaron todo el rato que era un juego. De hecho, mis niñas casi no sufrieron la selva. Mucho más sufrí yo como madre de ver por todos los peligros que estábamos pasando para llegar hasta aquí”, contó Margarita.

Reforma ‘de papel’

Por otra parte, cabe recordar que en enero de 2021 en México se llevó a cabo una importante reforma de ley para que los niños, niñas y adolescentes migrantes ya no puedan ser recluidos en las estaciones migratorias del Instituto Nacional de Migración, pues están consideradas como ‘cárceles’ de facto.

En su lugar, lo que dicta la reforma es que la niñez migrante sean puestos a disposición de los Sistemas DIF y de las procuradurías de la niñez para que equipos multidisciplinarios de psicólogos y trabajadores sociales, entre otros, evalúen qué es lo mejor para el interés superior del niño: si canalizarlo a la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (Comar) para que evalúen si le dan la condición de refugiado; reunificarlo con familiares en México o Estados Unidos; o deportarlo de vuelta a su país de origen. Y mientras dure ese proceso, se le debe conceder al menor y a su familia una visa humanitaria de estancia legal en el país.

Sin embargo, tal y como documentó Animal Político en la investigación ‘Niñez Migrante: Promesas de Papel’, la reforma no se está cumpliendo, pues miles de niños no están pasando por ese nuevo sistema de protección vanguardista, y los que sí pasan continúan siendo detenidos en cárceles migratorias o en anexos.

Además, el reportaje reveló que, en miles de casos de niños migrantes detenidos, el Estado mexicano simula que cumple con la nueva reforma, o directamente la viola, para expulsar a niños, niñas y adolescentes cuyas vidas corren peligro en los países de los que salieron huyendo.