López Obrador es un falso mesías y un peligro para la democracia: The Economist
MÉXICO._ El Presidente Andrés Manuel López Obrador es “un peligro para la democracia” mexicana, indicó la revista británica The Economist, en un artículo que tituló El falso mesías de México y que publicó en la portada de su edición impresa.
La publicación europea considera que el titular del Poder Ejecutivo Federal mexicano ha escapado del foco de atención de populistas autoritarios, como Viktor Obran, de Hungría; Narendra Modi, de India, y Jair Bolsonaro, de Brasil.
“En un mundo plagado de populistas autoritarios, el Presidente de México ha escapado de alguna manera a los focos. Los liberales condenan furiosamente la erosión de las normas democráticas bajo el húngaro Viktor Orban, el indio Narendra Modi y el brasileño Jair Bolsonaro, pero apenas reparan en Andrés Manuel López Obrador”, destaca la revista británica.
El Presidente mexicano “no se burla de los homosexuales, ni ataca a los musulmanes, ni incita a sus seguidores a incendiar el Amazonas. Tiene el mérito de hablar en voz alta y con frecuencia a favor de los desposeídos de México y no es personalmente corrupto. Sin embargo, es un peligro para la democracia mexicana”.
“López Obrador divide a los mexicanos en dos grupos: ‘el pueblo’, es decir, los que le apoyan, y ‘la élite’, a la que denuncia, a menudo, por su nombre, como sinvergüenzas y traidores, culpables de todos los problemas de México. Dice que está construyendo una democracia más auténtica. Es una criatura extraña”, destaca The Economist.
La revista británica critica la insistencia del mandatario mexicano en que el pueblo decida respecto a asuntos que en la mayoría de los casos convienen a su Gobierno.
“Elige a un pequeño electorado que sabe que se pondrá de su lado. Cuando lo hace, declara que la gente ha hablado. Es una burla del Estado de Derecho”, señala.
Para el medio británico, el desprecio de López Obrador por las reglas es una de las razones por la que las elecciones del 6 de junio son importantes, porque da a los votantes la oportunidad de frenarlo, rechazando a Morena, partido fundado por él.
Y aunque el nombre de López Obrador no está en la boleta y su único mandato de seis años expira en 2024, la integración del Poder Legislativo federal está en juego, al igual que 15 de las 32 gubernaturas, la mayoría de los congresos locales y miles de cargos municipales, destacó The Economist.La revista también habla de una burla al Estado de Derecho, debido a que el político tabasqueño convoca muchas votaciones, “pero no siempre sobre temas que se resuelven mejor votando. Por ejemplo, cuando se plantean objeciones legales a uno de sus proyectos favoritos -el traslado de un aeropuerto, la construcción de un oleoducto, el bloqueo de una fábrica- convoca un referéndum”.
The Economista asevera que solo cuando una pequeña parte del electorado le apoya, López Obrador “declara que el pueblo ha hablado. Incluso, ha convocado un referéndum nacional sobre la conveniencia de procesar a cinco de los seis ex presidentes vivos de México por corrupción. Como truco para recordar a los votantes las deficiencias de los regímenes anteriores, es ingenioso”.
The Economist sostiene que aunque el político mexicano “ha hecho cosas buenas”, sufre de lo que el periodista venezolano Moisés Naím llama “necrofilia ideológica”, que significa “el amor por las ideas que han sido probadas y han demostrado que no funcionan”.
Según la revista británica, López Obrador es conocido por no escuchar los consejos, y que, supuestamente, su eslogan en las reuniones de Gabinete es “¡Cállate!”. Además, dice que una muestra de que ha hecho que el Gobierno de México sea menos competente, es el programa Sembrando Vida, que ha animado a los agricultores a talar árboles viejos para que se les pague por plantar nuevos.
Otro ejemplo, continúa The Economist, es la política de “abrazos, no balazos”, misma que no ha logrado frenar la “tasa estratosférica de asesinatos”, además de que a pesar de sus críticas contra la corrupción, “los mexicanos informan de tantas demandas de sobornos por parte de los funcionarios como antes”.
Asimismo, López Obrador “fue lamentablemente lento para responder al Covid-19 y gastó muy poco en amortiguar sus efectos económicos”, ya que según estimaciones de la revista británica, México ha sufrido un exceso de 477 mil muertes por la pandemia, una de las peores tasas del mundo.
Aunado a ello, aunque México es un gran centro de fabricación junto a Estados Unidos y las multinacionales están ansiosas por diversificar sus cadenas de suministro fuera de China, la publicación señala que los inversores se muestran cautelosos con el país ante “la incertidumbre de gobernar por caprichos presidenciales”.
The Economista señaló que aunque a Donald Trump no le importaba la democracia mexicana, el actual presidente Joseph Biden debería dejar en claro que sí, además de que Estados Unidos no debería hacerse “de la vista gorda ante el autoritarismo progresivo en su patio trasero”, por lo que demás de enviar vacunas, incondicionalmente, “debería enviar advertencias silenciosas”.
“Los próximos tres años determinarán la profundidad y duración del daño que hace a México y su democracia [...] Tiene prohibido buscar la reelección, pero está tratando ilegalmente de extender el mandato de un juez amistoso de la Suprema Corte”, agregó la revista.
La publicación señaló que López Obrador está socavando los controles de su poder, y puso como ejemplo que semana pasada dijo que reemplazaría al gobernador del Banco de México, por alguien que favorezca “una economía moral”, además de que ha amenazado al Instituto Nacional Electoral.
“Los críticos temen que quiera sentar un precedente para sí mismo. Las instituciones de México son fuertes, pero pueden ceder ante el asalto sostenido de un fanático con apoyo popular”, insistió The Economist.
“Dado el riesgo, los votantes del 6 de junio deben apoyar al partido de oposición que esté en mejor posición para ganar, dondequiera que vivan. Los partidos de la oposición deberían trabajar juntos para frenar al presidente”.
La revista señaló que no está claro si los votantes votarán en contra del político tabasqueño, ya que aunque la mayoría está insatisfecha con la forma en que se está administrando el país, el 61 por ciento aprueba al propio López Obrador, ya que “muchos sienten que se preocupa por la gente común, incluso si no ha mejorado materialmente sus vidas”.